No quedaba nada prácticamente. Apenas un abrir y cerrar de ojos. Y Valenciano encontró la felicidad plena en ese mismo instante. Estuvo abajo por tres goles dos veces (1-4 y 2-5) pero tomó aire, se jugó la patriota y con buen hockey mezclado con un tremendo amor propio lo dio vuelta. Y lo hizo cuando el alargue era un hecho.
Porque el Gallito Serafini -gran figura junto con el Josi- nunca dejó de ir al frente y en esa última, cuando sólo quedaban ocho décimas de segundo, se armó de coraje y la clavó en un ángulo del arco de Sánchez. Fue una locura. Todo Valenciano se abrazó porque ya no había tiempo para más. Y todo Richet se lamentó, porque antes, cuando estaba bien arriba en el tablero, tuvo varias chances para cerrar el partido y no lo hizo.
El primer punto de la finalísima del “San Juan 2014” quedó en manos de La Barraca. Hoy, si repite, será campeón. Aunque al Violeta le queda la oportunidad de tomarse revancha y forzar un tercer choque.
Anoche, el partido salió cambiante. Emotivo por donde se lo mire. Casi sin marca, por eso la andanada de goles. Pero con un ritmo frenético que metió miedo. Tanto que hoy habrá que esperar hasta cuando aguantan las piernas. Y será en ambos, porque ayer dieron todo.
Arrancó mejor Valenciano pero fue Richet el más efectivo porque, en la primera, abrió la cuenta. Empató ahí nomás La Barraca y quedó en claro que todo sería parejo.
Pero llegó el complemento y con él una ráfaga impresionante de los hermanos Romero (tres goles en menos de un minuto). Tanto que Richet quedó de cara al triunfo al ponerse 4-1. Después estuvo 5-2. Pero se dio aquella reacción heroica de Valenciano, la calidad del Josi, los goles del Gallito y la historia tuvo otro dueño.

