River fue a Porto Alegre sabiendo que necesitaba un triunfo heroico ante Gremio para conseguir la clasificación a la final de la Copa Libertadores 2018 y para colmo lo debía hacer sin Marcelo Gallardo en el banco de suplentes, ya que había sido suspendido. Sin embargo, periodistas brasileños informaron que el técnico no cumplió con algunas de las normas impuestas por la Conmebol.
Un día antes del partido, el lunes por la noche, la organización de fútbol comunicó que el entrenador del Millonario había sido suspendido por indisciplina, por lo que no iba a poder acompañar a su plantel durante el partido de vuelta de la semifinal, en el estadio Arena Do Gremio. Esta sanción le prohibía ingresar al campo de juego y también le impedía tener otro tipo de contacto con sus jugadores. El Muñeco no respetó esa regla.
El DT no podía llegar al estadio junto al resto de la delegación, no debía participar de la charla técnica previa al partido ni durante el entretiempo, ni podía comunicarse durante el desarrollo del juego con Matías Biscay, su ayudante de campo, que había quedado a cargo de la dirección técnica por la suspensión.
Durante el primer tiempo se lo vio al Muñeco en uno de los palcos del estadio rodeado de otros integrantes del cuerpo técnico, pero diferentes periodistas y medios brasileños denunciaron que el entrenador de River mantuvo un diálogocon uno de sus asistentes en el campo mediante un intercomunicador.
Incluso, cuando terminó el primer tiempo, algunos cronistas indicaron que Gallardo se metió en el vestuario para hablar con sus jugadores y darle indicaciones de cara al complemento. Incluso, trascendió un video de Fox Sports Brasil en el que se lo vio al Muñeco saliendo de esa zona del estadio.
En la filmación, que se viralizó en las redes sociales, quedó registrado un diálogo ante una persona que le tomó una foto, hasta que Gallardo lo desafío diciéndole: "Vení, vení, sacámela bien, vení, no te vayas". Detrás de cámara se escuchó a una persona gritar: "Que tramposo, un hombre como tú Gallardo".
En caso de que la Conmebol compruebe este acto, River y su entrenador podrían recibir nuevas y duras sanciones por no adecuarse al reglamento.