La posibilidad de que Fernando Gago integrara la nómina de los concentrados para que pudiera ir al banco de suplentes se truncó ayer cuando el Mellizo dio la lista de concentrados y quedó afuera. La idea era más simbólica que deportiva, ya que si Boca se coronaba, se especulaba con que el volante ingresaría faltando pocos minutos para ser el capitán, como lo fue en el comienzo del torneo, antes de su lesión, y así pudiese levantar el trofeo.
Gago jugó 45 minutos en reserva el sábado contra Unión y como novedad auspiciosa, no sintió dolor en la rodilla derecha donde fue operado de los ligamentos cruzados anterior en octubre del año pasado. El mediocampista se había lesionado cuando ingresó para la Selección argentina ante Perú, en las Eliminatorias.
Uno de los riesgos de la prueba en Reserva era que la rodilla se inflamara mucho, lo que habría llevado a un replanteo de los pasos a seguir y hasta analizar la posibilidad de una nueva operación. Pero como nada de eso pasó, el DT definió que lo mejor es esperar, sumado a que el estado del campo de juego es un factor que también influyó a la hora de tomar una determinación.