Después de los premios, de la victoria, de saber que son los mejores de un torneo que recuperó competitividad y prestigio, los jugadores de Los Andes que llegaron como refuerzos desde el fútbol de la capital coincidieron en que fue su mejor decisión. El arquero Lionel Alcaraz lo dijo a viva voz: "Tuve mis dudas cuando decidí llegar a Los Andes pero hoy digo que no me quiero ir más. Su gente nos hizo sentir muy bien, su dirigencia fue sensacional y nunca nos faltó nada. Sólo teníamos que jugar y responder desde la cancha como lo hicimos".