Francia, comandada por un gran Nando de Colo, consiguió este domingo su segundo bronce consecutivo en un Mundial de Básquet. Lo logró al derrotar por 67-59 a una Australia intermitente y que se fue desinflando durante el transcurso del partido.
El combinado de Oceanía, que acarició la medalla en la mayor parte del encuentro (lideró el marcador durante 32 minutos), consiguió no obstante la mejor clasificación mundialista de su historia.
Patty Mills, base de San Antonio Spurs, protagonizó la primera ventaja de los australianos ante una Francia que se mostró más apática sobre la cancha al comienzo y que no despertaría hasta mediados del tercer cuarto. En los primeros compases, Australia pareció ser más equipo que los galos, quienes no encontraban el camino al aro.
Recién en el tercer cuarto fue cuando Francia apretó y llegó a rebajar a diez una ventaja australiana que se había ido hasta los 15. De Colo parecía el único de los franceses realmente interesado en repetir la medalla de bronce que lograron en el Mundial de 2014 y colocó a los suyos a seis, diferencia que redujo después a cuatro Fournier.
Apenas empezó el último periodo, un triple de De Colo situó a los franceses a 1, y fue él mismo el encargado de poner al equipo por delante con dos tiros libres (minuto 32). Un triple del nuevo jugador del Fenerbahce en el ataque siguiente apuntaló esa ventaja, la primera del partido.
De Colo fue también decisivo en los últimos minutos del partido, y terminó con 19 puntos (casi un tercio de los de los galos), tres asistencias y dos robos, dándole el bronce a una Francia que despertó a tiempo.