La selección inglesa de fútbol derrotó ayer por 2-0 a Francia en Londres, en un partido con una alta carga emotiva, que sirvió para rendir tributo a las víctimas de los atentados terroristas del pasado viernes en París y en el que lo menos importante fue el resultado. Las casi 75 mil personas que acudieron en masa al estadio de Wembley desafiaron al miedo y se solidarizaron así con sus vecinos galos en una respuesta sin precedentes en señal de rechazo y condena al terrorismo apenas cuatro días después de que Francia sufriera el peor ataque terrorista de su historia.

Después de que todo el público cantara a viva voz La Marsellesa, el himno nacional francés (ayudado por las pantallas que proyectaron la letra) y se respetara el sentido minuto de silencio, comenzó el encuentro, que a raíz de ese momento tomó un claro ambiente festivo. En el plano meramente deportivo, los ingleses buscaban retornar a la senda del triunfo después de caer el pasado viernes ante España (2-0) en el amistoso disputado en Alicante.

En cuanto a lo futbolístico, comenzaron mejor los locales el encuentro marcado por un ritmo bajo de juego. Sin embargo, a falta de siete minutos para el descanso la insistencia inglesa tuvo su recompensa y el joven Dele Alli, en su primer partido como titular con Inglaterra, subió el 1-0 al marcador con magnífico disparo desde fuera del área. A los 2’ de la segunda etapa el capitán inglés, Wayne Rooney, anotó el segundo tanto de los “Pross” tras un buen centro desde la izquierda de Sterling para darle el triunfo a su seleccionado en un amistoso donde el resultado pasó a segundo plano.