Sabía que el desafío era grande. La inactividad de casi dos décadas y la edad, 49 años, le jugaban en contra. Sin embargo, Mario Frack hizo lo que todos sus clientes hacen cuando entran a su agencia de quiniela, ubicado en Rawson, apostó a un sueño. Y ganó. Ganó el premio mayor. Se consagró campeón nacional de motociclismo en Chile en la categoría 100cc. Cuando faltan dos fechas y con un título en el bolsillo, el corredor se ha propuesto consolidar el subcampeonato en los 400cc. y con el apoyo del intendente de Pocito, Sergio Uñac, y de DIARIO DE CUYO, aceptó la invitación de Oscar Terragos, propietario del equipo Suzuka para correr el año próximo.
Cuando se le preguntó si suponía que le iría tan bien, Frack comentó que sabía que no iba a fracasar. "Tenía en claro que si me ponía bien físicamente tendría chances de ser competitivo. Lo hice y así fue, claro que la moto también respondió. El equipo puso a disposición mía una máquina de primer nivel".
Apostó por salir de la tranquilidad de una vida alejada de las pistas y concretó todos sus anhelos deportivos. Ganó 15 de las 16 carreras disputadas en las ocho jornadas dobles en los 100cc. Además fue invitado a correr, conjuntamente, en el campeonato regional de la categoría mayor en la que le hizo fuerzas al trasandino John Granada, que lidera el certamen.
Haciendo un balance de su regreso con gloria, Mario explicó que casi en los 50 años disfruta más correr. "Tiene otro sabor, porque toda la experiencia adquirida la empleo para sacar lo mejor de la moto".
En el momento de analizar qué cosas hacía antes y ahora, por las lógicas limitaciones de la edad no realiza, contó que: "Posiblemente antes arriesgaba más al entrar en las curvas, estirando el frenaje. Ahora cuido más y acelero cuando voy transitando por la mitad de la curva", contó quien recibe apoyo mecánico del equipo y siempre viaja con su fiel escudero, Jesús Rivero, quien es el encargado de supervisarle el estado de los frenos y de las gomas entre prueba y prueba.
Cuando restan 70 días para concluir el 2010, Mario Frack afirma que no pudo ser mejor. "Nació mi nieto, Marquitos, y volví a correr una temporada completa, podría decirse que el nene trajo el título debajo del brazo", comentó sonriendo mientras acomodaba los trofeos sobre el mostrador donde a diario vende ilusiones a sus clientes.

