Otra vez, la Plaza 25 volvió a ser el centro de festejos futboleros. Apenas habían pasado minutos de consumado el triunfo de River ante el Xeneize, cuando decenas de hinchas comenzaron a convocarse en el punto cero de la provincia. Claro que con el paso de los minutos, esa cifra se fue incrementando y a pesar de que el número no llegó a ser el mismo que en ocasiones anteriores, llegaron a ser cerca de quinientos los fanáticos sanjuaninos que se dieron cita al gran festejo. Y claro, merecía ser así. El hecho de haber derrotado al clásico rival y con el plus de haber tenido a La Bombonera como escenario, le daba el toque especial. Por eso, el delirio fue mayor.

La concentración tuvo lugar en la esquina de Mendoza y Rivadavia. Allí una veintena de hinchas comenzaban con los cánticos y obligaban a los que venían en caravana bajaran para armar el festejo a lo grande. Debido a una disposición de la Policía de San Juan, tal cual viene sucediendo hace tiempo, estuvo prohibido el ingreso a la Plaza 25, por eso los hinchas debieron conformarse con celebrar el triunfo millonario en la Catedral para luego dar la vuelta a la Plaza.

Y para eso hubo de todo, papelitos, bombas de estruendo y hasta fuegos artificiales. Hinchas de todas las edades, desde un pequeño de cinco meses que acudió con su papá desde Capital, hasta una señora cincuentona que arribó desde Desamparados, asistieron al festejo demostrando que ni la edad ni el sexo pueden con el sentimiento por el club de sus amores.

Entre los clásicos cánticos con dedicatoria a los “bosteros” hubo una dedicatoria especial y tuvo como destinatario a Juan Román Riquelme. “Es para vos, es para vos, Riquelme p…” gritaron eufóricos los hinchas.

Para finalizar, a pesar de un incidente con un hincha de Boca que se cruzó en la esquina de Mitre y Mendoza y que obligó a la asistencia de la policía, poco a poco comenzó la desconcentración. Sin incidentes mayores. Demostrando que la pasión por un club se puede reflejar claramente y sin violencia.