Miles de hinchas millonarios se congregaron en el microcentro porteño, teniendo como epicentro el mítico Obelisco, para celebrar el título profesional número 35 de la institución, luego de una sequía de seis años sin títulos y un descenso incluido.
Con banderas, cantos y pirotecnia, miles de hinchas festejaron el campeonato obtenido por el equipo del entrenador riojano Ramón Díaz, que sigue sumando títulos para ser el DT más exitoso en la historia de la institución.
Los festejos se dieron a lo largo y a lo ancho del país. En San Salvador de Jujuy, por ejemplo, más de un centenar de hinchas celebraron la conquista del título en la esquina céntrica de Belgrano y Lavalle.
Al igual que en Buenos Aires se hicieron presentes con banderas y atuendos blanquirrojos, y desataron toda su alegría con cánticos y pirotecnia, a lo que se sumaron los clásicos ‘bocinazos‘ de las caravanas de autos que se armaron minutos después de terminado el partido en el Monumental y recorrieron las principales arterias del centro.
La alegría de los ‘Millonarios‘ es fruto de romper una sequía de 2171 días (en la que sufrió un descenso y un último puesto), para uno de los equipos más ganadores de fútbol argentino, y de alguna modo se consolida el dejar atrás el período más oscuro de la gloriosa historia riverplatense.
LA MANCHA
Pasa en casi todos los partidos con mucha convocatoria. Hay desmanes y, cuándo no, violencia. La previa del encuentro entre River y Quilmes que coronó al equipo de Ramón Díaz no fue la excepción. Unos doscientos hinchas locales intentaron ingresar al Monumental sin entradas por una puerta de acceso a la platea Belgrano alta pero fueron sacados por personal de seguridad y la policía. Y a unas cuadras, apuñalaron a un hincha para robarle entradas.
El primero de los episodios relatados se produjo poco antes de las 15.40, provocando fricciones entre los que habían ingresado y los efectivos de seguridad. El otro, que dejó un herido, ocurrió en las intersecciones de la Avenida del Libertador y Udaondo. Mientras que apenas comenzado el partido, se observó el ingreso a una de las cabeceras de la barrabrava ‘disidente’.

