El ciclista ecuatoriano Richard Carapaz (INEOS Grenadiers) conquistó ayer la duodécima etapa de La Vuelta a España, que recorrió 192,7 kilómetros entre Salobreña y el puerto de primera categoría de Peñas Blancas, en un día donde la malla roja sigue siendo Remco Evenepoel (Quick-Step Quick-Step Alpha Vinyl), quien sufrió una caída.
Carapaz aprovechó una multitudinaria fuga para conseguir una ventaja de casi diez minutos donde luego debió luchar contra corredores de mucho nivel, como el neerlandés Wilco Kelderman (BORA Hansgrohe), que fue segundo. Con la ventaja final por debajo de cinco minutos, el ecuatoriano sigue lejos en la general, pero Kelderman se ha reenganchado y ya es quinto en la clasificación.
Entre los favoritos apenas hubo movimientos, y los cinco primeros de la clasificación entraron sin diferencias significativas por meta. Evenepoel puso ritmo en el tramo final de la subida, pero no demostró la misma facilidad que en otras ocasiones, quizás mermado por la caída que sufrió a mitad de la etapa y que le produjo algunas magulladuras.
A pesar de ser campeón del Giro de Italia y de haberse subido ya al podio en las tres ‘Grandes’, Carapaz nunca había ganado una etapa en La Vuelta Ciclista a España, celebrando con mucha rabia su paso por meta, que le llena de confianza para lo que queda de ronda
Hoy, la carrera tendrá una etapa de 168,4 kilómetros entre Ronda y Mantilla, de recorrido totalmente llano, propicio para que los embaladores definan en llegada masiva.