El video del recorrido del último kilómetro hacía la meta que ayer hizo Remco Evenepoel, fue uno de los más vistos en las redes sociales. El ritmo que imprimió el joven belga en el remate de su obra maestra fue excepcional. Flameaban las banderas de todos los países, y se multiplicaban los alientos en miles de idiomas, es que más allá que el ciclista que se estaba por coronar campeón del mundo no era su paisano, los amantes del ciclismo, como ocurrió acá en San Juan en 2020, se daban cuenta que eran testigos de un acontecimiento histórico. De esos que trascienden las décadas y se siguen mencionando. Y decir: "Yo lo ví, yo estuve allí", como pasó con los 200.000 sanjuaninos en la avenida de Circunvalación, hace poco más de tres años; es una chapa para mostrar como aficionado "premium" del ciclismo.

Solo tres ciclistas en la historia habían ganado un Monumento, una Gran Vuelta y el Mundial en el mismo año: el italiano Alfredo Binda (1927: Giro, Lombardia y Mundial); el belga Eddy Merckx (1971: Tour, Milan-San Remo, Lieja, Lombardia y Mundial) y el francés Bernard Hinault (1980: Giro, Lieja y Mundial). Ayer, Evenepoel, a los 22, los igualó cerrando el 2022 con victorias en Lieja, la Vuelta a España y el Mundial.

El rey. La malla arcoiris y la medalla dorada son propiedad del belga.

Antes de largar la competencia de ayer en Wollongong, Evenepoel integraba el póker de ases de favoritos, junto a su compatriota Wout Van Aert, el esloveno Tadej Pogacar, y el neerlandés Matthieu Van der Poel. De los cuatro fue el único que estuvo a la altura de una competencia tan desgastante.

Se mostró atento al primer corte del pelotón, cuando faltaban 70 kilómetros. Y luego junto a sus compañeros salieron a cortar los huecos que abrieron los italianos y luego los franceses. Van der Poel abandonó temprano (cuando se disputaban recién 27 kilómetros). Pogacar viajó siempre en el pelotón y su compañero Van Aert, no estaba en su día; por lo que Remco no dejo pasar la oportunidad. Tuvo cabeza fría y manejó con maestría una estrategia que le permitió estar siempre cerca de la vanguardia de la competencia.

Es el cuarto ciclista en la historia en ganar, una Monumento, una Grande, y el Mundial.

Pero, como andar acompañado le causa escozor. Cuando olió sangre atacó. Faltaba una vuelta y media (34 kilómetros) y mientras todos se marcaban solamente el kazarjo Alexei Lutsenko consiguió pegarse a su rueda. No pasó a tirar nunca y solo pudo seguirle el ritmo nueve kilómetros. Faltaban 25 kilómetros y el joven belga pedaleó en solitario a la meta, para convertirse en el campeón mundial de la UCI más joven desde 1993, cuando Lance Armstrong, de 21 años, ganó en Oslo, Noruega. Y se convirtió en el segundo ciclista en la historia en ganar los títulos Junior y Elite después de Greg LeMond.

Hace 16 días ganó la Vuelta a España. Hace 8 el bronce en la contrarreloj, y ayer se coronó en el pelotón, con la autoridad de un veterano de solo 22 años.