La fiesta nacional francesa -celebrada hace seis días- vivió una réplica en el Tourmalet con el triunfo de Thibaut Pinot y la consolidación del maillot amarillo en las espaldas de Julian Alaphilippe, en presencia del presidente de la República, Emmanuel Macron, y la euforia de una afición que vibró con sus héroes del Tour de Francia.
En un final agónico y de intriga total, Pinot arrancó al final del ascenso para imponerse con 6 segundos de adelanto sobre Alaphilippe, quien no solo optó a la victoria, sino que reforzó el maillot amarillo ante sus directos rivales, como el Galés Geraint Thomas, el holandés Steven Kruijswijk, alejados a más de 2 minutos en las plazas del podio.
En las filas de Movistar decepción total por la eliminación del colombiano Nairo Quintana, devorado por el Tormalet.
Entró a 3m242 y dijo adiós a sus opciones de podio, alejado a 7m19s. "Nairo no iba, pero no dijo nada, pregúntenle a él qué ha pasado", dijo el campeón mundial Alejandro Valverde en meta.
Si bien todavía resta más de una semana de duras etapas, todo Francia sueña con que se corte la sequía de triunfos de ciclistas de ese país en la máxima carrera del planeta. En 1985 fue la última vez que se impuso un galo con Bernard Hinault.