En una nota publicada en Clarín el pasado 28 de junio, ante una consulta del periodista sobre cómo se arreglaría para armar el equipo sin Román Riquelme, Claudio Borghi, entrenador de Boca, respondió dando una nómina de nombres que empezaba con Chavez y terminaba con Cañete. "¿Cañete?", preguntó el cronista. Y el "Bichi" respondió: "Sí, es un pibe de 20 años que viene de una operación, pero que la rompe".
Pocos hinchas de Boca en el país conocían a este flaco rapado como si fuera un conscripto -por su debut en Primera-, que mide 1,82 mts. y que, participando de los dos goles -remate suyo y rebote, y lanzamiento de un preciso córner- empezó a mostrar su calidad en el partido en que Boca venció a Palmeiras la semana pasada en Brasil.
Ayer, Marcelo Cañete, así se llama el juvenil nacido en Lugano, entró en la historia de Boca como el primer jugador que hace un gol con la casaca auriazul en Ocenía. El joven enganche anotó un lindo tanto, que minutos antes del descanso, le dio el triunfo al equipo argentino. El partido tuvo escasas ocasiones ofensivas, hasta que a los 41 minutos el pibe capturó una pelota cerca del área, encaró y amagó ante un defensor rival para definir cruzado con su pie izquierdo. Buena actuación tuvo el jugador del Xeneize, para que el entrenador se quede tranquilo hasta que Román se recupere de su lesión y defina su situación contractual.
El partido no dejó mucho para destacar, dado que fue muy trabado y con pierna fuerte. Lucchetti tapó un mano a mano que el defensor Muñoz sacó sobre la línea de gol y en el complemento, un remate de Pablo Mouche se fue cerca del palo izquierdo del arquero.
El ex DT campeón con Argentinos Juniors sigue probando y hasta ahora la línea de tres en la defensa (Muñoz-Cellay-Insaurralde) le sienta bien, dado que no recibió ningún gol. Igualmente, para el próximo partido del viernes 23 ante el Wellington Phoenix ya podrá contar con su nueva incorporación Matías Caruzzo.

