Unos tres mil hinchas sin entradas y algunos que compraron por el circuito informal y fueron estafados con tickets falsificados, estuvieron horas frente al hotel donde se aloja Boca para conseguir de los dirigentes una solución. Mientras, la barra brava, con sus capos a la cabeza, llegó temprano a la ciudad y se dedicó a pasear por el enorme centro comercial y financiero de esta enorme ciudad.

Fue el presidente Daniel Angelici quien salió a hablar con los hinchas que coparon el frente del hotel Hilton Morumbí, y ante la imposibilidad de satisfacer sus pedidos recibió una catarata de insultos.

En cambio, según admitieron los propios barras, las entradas las consiguieron “por ranking”. Contrariamente a los otros hinchas desahuciados, ni bien llegaron en el vuelo 7657 de la empresa Gol, se fueron al centro paulista entre ellos Mauro Martín, el capo, su lugarteniente Maximiliano Mazzaro, y también Santiago Lancry. Fueron unos cien barras, de los casi doscientos hinchas que viajaron en el avión.

En tanto que algunos de los hinchas de Corinthians y Boca que ya tenían asegurada la entrada, llegaron hasta las puertas del estadio Pacaembú a las 2 de la tarde, varias horas antes de la apertura del estadio.

La llegada de Corinthians a la final llevó a que los medios locales abrieron la transmisión a las 2 de la tarde, instalando las bases en el estadio de futsal, a un costado del Pacaembú.