El domingo se inició con lluvia en distintos puntos de la provincia. Las nubes y el viento que soplaban del sector sur, hacían suponer que la gente no acompañaría en gran número, en la primera etapa de la Vuelta a San Juan, pero sucedió todo lo contrario y durante todo el recorrido de la carrera, el público fue un fiel acompañante de la caravana multicolor.
El circuito realizado en el departamento de Pocito ofreció un abanico de posibilidades para poder observar de gran manera el paso de los titanes de la ruta. Muchos decidieron llegar temprano para elegir una sombra y poder hacer el asado característico de todos los domingos. Ese fue el caso de las familias Sánchez, Palayes y Yáñez que se ubicaron por Calle 14 y que no pararon en ningún momento de brindarle su apoyo al zondino Oscar Villalobo.
Uno de los mejores sitios que presentó el recorrido de la primera etapa fue sin dudas la calle Aberastain. Allí lo más curioso que se pudo ver fue un aficionado que largaba rosas al paso de los ciclistas. Por lo que quedó demostrado una vez más, que la pasión de los sanjuaninos por el ciclismo pudo más que la inestabilidad climatológica.
La emoción del público tuvo su punto más importante en los tramos finales de la primera etapa. Etapa que fue ganado por el catamarqueño Darío Díaz, pero que fue festejada por todos los que asistieron a Pocito. De esta manera quedó bien en claro que la Vuelta de San Juan es la Vuelta del pueblo.