Copado. En el estadio, pese a la cantidad de gente y la presencia de bengalas, no hubo incidentes graves.

 

Se sabía en la previa que este Boca-River era más que especial y por eso se hizo un inmenso operativo de seguridad con más de 1.500 efectivos policiales afectados. A ellos, se les sumaron los más de 200 de seguridad privada con que cuenta el Malvinas Argentinas. Hasta el cierre de la edición, el resultado del operativo fue positivo pues no se registraron incidentes de consideración.

El Malvinas fue “partido” en dos en su capacidad y cada club contó con 21 mil espectadores para alentar. Hubo un amplio pulmón en el centro de la platea descubierta para evitar cualquier cruce entre las parcialidades y dio buen resultado esa medida, pese a algún roce tras el gol de Scocco.