El Top Race se debía una carrera así, con muchos sobrepasos, cambios constantes de liderazgo, final electrizante y hasta polémica. Sin dudas fue la mejor carrera del año del V6 y el Villicum fue testigo privilegiado de una fecha especial que se disputó con pilotos titulares e invitados. El binomio ganador resultó el de Fefo Di Palma y Catalán Magni, en tanto que con un sexto puesto el mejor sanjuanino fue Facundo Della Motta (invitado de Juan Manuel Sapag); a la vez que Fabián Flaqué, en dupla con Darío Giustozzi, fue 10mo; y Fabricio Persia-Tobías Martínez quedaron relegados por un toque en carrera, cuando Fabricio marchaba séptimo y seguía avanzando.
La gran definición del Top Race se dividió en dos carreras. La primera fue ganada por Josito Di Palma. Aquí, Tobías Martínez largó octavo y ganó una posición al superar al brasileño y ex Fórmula 1, Rubens Barrichello. A su vez, Flaqué, quien compitió por primera vez en el Villicum, avanzó desde el puesto 16 hasta el 13ro.
Con las posiciones en la que llegaron los pilotos en esa primera final es que largaron la segunda prueba. El expectante 7mo puesto de Persia se desvaneció al pararse el motor en la grilla, por lo que fue enviado al último puesto de largada. Della Motta, que tomó el auto de Sapag desde el sexto cajón, hizo una buena largada y en los primeros giros se metió en el lote de punta. Pero cuando marchaba cuarto, un toque de Barrio lo dejó noveno, por lo que remontó desde esa posición.
A su vez, Persia venía realizando una espectacular recuperación desde el fondo hasta el séptimo lugar, con récord de vuelta incluso, pero a poco del final y en el relanzamiento tras un Auto de Seguridad, sufrió un toque con Spataro y ahí culminaron todas sus ilusiones.
Adelante, en tanto, Agustín Canapino, Valentín Aguirre y Fefo Di Palma dieron show. Canapino batalló duro con Aguirre toda la carrera pero en la última vuelta, Di Palma pasó al frente. Aguirre recuperó la primera posición pero los comisarios determinaron que ese sobrepaso fue con bandera amarilla, por lo que en el mismo podio se enteró que lo habían relegado a la segunda colocación. Así, el Villicum fue protagonista de un carrerón.