La segunda etapa del Giro del Sol tenía como objetivo rendir un homenaje al centenario del departamento Chimbas, cumplido el miércoles pasado y si se trataba de festejo, nada mejor que dos ciclistas nacidos y criados allí, fueran los que se quedaran con los dos primeros puestos de la etapa. Emiliano Fernández, que está corriendo para la Selección Argentina y Héctor Lucero, velocista de la Agrupación Virgen de Fátima. Para "Bam Bam’ Fernández esta victoria significa que se afirma como líder en la clasificación general, mientras que para "Willy’ Lucero, tiene el valor de dejarlo en la tercera posición a 14 segundos. En tanto que el pocitano Diego Tivani (Forjar Salud) que terminó tercero en el segundo tramo es quien ocupa la posición de escolta a 9 segundos de quien se ha impuesto en los dos primeros capítulos de la prueba.
Otra vez el calor fue un invitado de piedra a la fiesta ciclista. Aunque algunos nubarrones, por momentos, taparon la luz solar, no alcanzó para evitar la influencia sobre los físicos de los corredores quienes debieron hidratarse de manera casi permanente para no sufrir consecuencias.
La etapa tuvo todas las características de los parciales de grandes vueltas. En el principio todos los equipos grandes rodaban a buen ritmo pero tranquilos. Después, cuando se transitaba por calle Nacional, pasando por San Martín para adentrarse en Angaco, el riojano Oscar Gómez (Sindicato de Panaderos) rompió la armonía sacó unos metros y luego, al pisar calle Ontiveros se le sumó el santacruceño que corre para el CEC mendocino, Franco Vecchi. Anduvieron solos un tramo hasta que se les acoplaron ocho hombres más. Arriba llegaron Agustín Fraysse (Municipalidad de Rawson), Darío Alvarez (Agrupación Virgen de Fátima), Daniel Juárez (Forjar Salud), Luis Jácamo (Asociación Mardan), Ignacio Pérez (Sindicato Empleados Públicos), Ramón Aguirre y Roberto Olmedo (Asociación Santacruceña) y Matías Recabarren (Participal).
Tirando juntos llegaron a tener casi seis minutos de ventaja. Ellos hacían y el pelotón atrás los dormía la siesta, con la serenidad de saber que cuando se lo propusieran con el trabajo de algunos conjuntos grandes la distancia en tiempo con los punteros se esfumaría.
Y, mientras, el calor, el esfuerzo y la dureza del trazado, especialmente el falso plano de Avenida Costanera fue minando las fuerzas y disgregando a la decena de valientes que le puso pimienta a la tarde.
Al promediar la segunda vuelta grande, quedó solo arriba el cordobés Ignacio Pérez. El hombre del SEP se la jugó intentando llegar, por lo menos, a la meta bonificada. El pelotón lo alcanzó y después en los últimos diez kilómetros no se escapó nadie. Otra vez embalaje masivo. Otra vez el oficio de los hermanos Richeze para lanzar a Fernández. Y otra vez, Bam Bam no les falló y se quedó con la victoria.
