Brasil, sin su estrella Neymar, debutó ayer en la Copa América Centenario con un empate sin goles ante Ecuador, dirigido por el argentino Gustavo Quinteros, en un atractivo partido válido por el Grupo B, que se llevó a cabo en el estadio Rose Bowl de Pasadena, en Los Ángeles.
Philippe Coutinho, jugador de Liverpool, tuvo las dos chances más claras en la etapa inicial, a los 5 y 17 minutos, pero primero el mendocino nacionalizado ecuatoriano Esteban Dreer, de manera magnífica, y después su falta de puntería privaron a Brasil, el pentacampeón mundial, de la apertura del marcador. Lo positivo es que no sintió demasiado la ausencia de Neymar, el crack de Barcelona reservado para los Juegos de Río. El seleccionado que dirige Gustavo Quinteros falló en casi todos los aspectos del juego: lució endeble en defensa, impreciso con la pelota y carente de fútbol e ideas para quebrar a su rival. Apenas un remate de Miller Bolaños a los 4 minutos fue lo que generó en ataque, y algún que otro contraataque que no resolvió con precisión.
En el segundo tiempo Brasil bajó en la intensidad de su juego y Ecuador poco a poco corrigió sus errores y se plantó mejor en el campo de juego.
Y esto trajo como resultado un partido más lento, previsible y aburrido, que finalmente derivó en un empate sin goles, aunque un centro de Bolaños desde la izquierda y una grosera falla del arquero Alisson pudo haber cambiado la historia, pero un error del línea chileno Carlos Astroza (marcó que la pelota salió, aunque no fue así) salvó de la derrota al equipo de Dunga, campeón del mundo como jugador en este estadio en 1994.
Brasil jugará la próxima fecha ante Haití, en Orlando, y Ecuador hará lo propio frente a Perú, Phoenix, ambos el miércoles. Y a partir de esos cruces empezarán a definir su suerte en el certamen.

