El llanto desconsolado de Adrián Galván cuando el árbitro Presa pitó el final del juego marcó lo que todo el plantel de Unión vivió. No pudo ganar que era el único resultado que le servía y el sueño de llegar al Argentino A se terminó ayer en Villa María tras perder por la Promoción ante Alumni, que mantuvo la categoría, por un 3-0 que para nada reflejó el trámite del partido. Cayó de pie, como los grandes, que sin serlo, ahora se ganó esa chapa y vislumbrando el futuro ya le tendrán el respeto que se adjudicó.
Las caras de tristeza en el vestuario de los jugadores más grandes como el "Guti" Castro, Carlos Biasotti o el mencionado Galván, con la mirada perdida que sólo su dolor íntimo lo sabrán, porque ellos más que nadie querían este ascenso ya que sintieron que se "pelaron el lomo" durante un año y sólo quedará el reconocimiento. Ese que para ellos no alcanza. Es que la diferencia de tres goles en el resultado no fue tal.
El encuentro fue disputado, con presión en el medio campo y llegadas. Los arqueros Biasotti y Carlos Ronco en Alumni, quien fue la figura del partido por todo lo que atajó y que hizo de su arco una fortaleza invencible en todo momento.
A los 28′, Carlos Herrera se la encontró en la puerta del área y facturó para el local. Resultado que Unión podía levantar y se pudo dar con el tiro libre del Maxi Herrera que increíblemente Ronco sacó. O la mano casual en el área y la posterior falta a Ceballos que tranquilamente podría haber sido sancionada con penal.
Habían pasado 10′ del gol de Alumni, Unión iba con todo y estaba cerca, no obstante salió la contra con posterior remate que Biasotti obstaculizó, pero en el rebote otra vez Herrera festejó. Allí el conjunto sanjuanino sintió el golpe.
El complemento ya tomó otro ritmo, Alumni se protegió y Unión se lo llevó por delante en donde sus tres puntas nunca bajaron los brazos. Aunque todos los intentos, que fueron muchos, eran contenidos por el arquero cordobés. Unión tenía que hacer 3 goles para lograr el ascenso y jugado por jugado defendió con tres e ingresó Galván. El gol estaba al caer, Alumni se defendía con 8 hombres y dejaba dos por la contra. La que llegó a los 21′ para motivar un tiro de esquina y en el envío otra vez Herrera le dio tranquilidad a los villamarienses.
El resto fue luchar contra un resultado ya imposible de revertir bajo una tenue llovizna, conscientes que estuvieron tan cerca del objetivo. Ayer Unión se recibió de grande. No llevó a San Juan el ascenso, pero sí un trofeo, el que estuvo en su enorme corazón.

