Uruguay que luego de muchos años culminó cuarto en el Campeonato Mundial realizado el año pasado en Sudáfrica, llegó a San Juan con todo su poderío. En ese equipo firme y con oficio se destacan sus tres puntas. Todos figuras en equipos de primera línea en Europa. De ellos el más conocido por nosotros es Diego Forlán, por su paso por Independiente y por el afamado romance con polémica ruptura que tuvo con la modelo Zaira Nara. “Cachavacha” elegido el mejor jugador de Sudáfrica y compañero del “Kun” Agüero en el Atlético Madrid, fue de los tres el más inquieto. Los otros dos (Edison Cavani, que juega en el Nápoli con Ezequiel Lavezzi y Luis Suárez, estrella del Liverpool) tuvieron momentos.
Mucho se habló de ellos, que individualmente son peligrosos y juntos son dinamita, pero anoche -salvó el gol de Suárez producto de su oficio- tuvieron la pólvora mojada.
Se mueven en forma permanente. Forlán se retrasa para tomar contacto con la pelota, cuando eso ocurre, Suárez da dos pasos hacía él y deja hueco en sus espaldas, que suele explotar Cavani, quien alterna por los dos laterales y se cierra en diagonal para buscar la descarga.
A veces rotan sus funciones, especialmente cuando las defensas rivales les cubren bien las opciones de pase.
Anoche, la primera opción de gol “charrúa“ la generaron ellos. La inició Forlán por la derecha, atrajo marcas Suárez que cuando recibió del rubio número 10, tocó de primera hacía el otro lateral por donde apareció Cavani para rematar desviado. Esa fue la única que les salió más o menos redondita. Después se buscaron, pero no pudieron superar la ordenada defensa peruana y sus intentos no tuvieron la justeza necesaria, siempre se interponía una pierna incaica o fallaban en la última puntada.
Nicolás Lodeiro, el enganche definido, trató de alimentó un engranaje al que le faltó lubricación.
Juntos no anduvieron y solos, salvo el gol de Suárez, tampoco. Forlán tuvo en sus píes el triunfo, producto de una habilitación del ‘9’ del Liverpool, quien recibió el regalo de un mal despeje de Reboredo y la alargó para que el mejor jugador del Mundial definiera. “Cachavacha” se equivocó, quiso asegurar con un toque cuando se imponía el remate cruzado y dilapidó la opción.

