Veía que se levantaba la Bandera argentina y de fondo se sentía el Himno Nacional y él lloraba. Estaba en lo más alto del podio y la emoción lo había quebrado. "La verdad que es inexplicable lo que siento. Es un sueño cumplido ganar la medalla de oro. Lo veníamos hablando que se podía dar, pero nunca me imaginé conseguirlo…", dijo apenas bajó del podio. El correntino Sebastián Crismanich hizo lo que ningún otro argentino ha logrado hasta el momento en los Juegos Olímpicos Londres 2012: Ganó la medalla de oro.

Esa máxima conquista se suma al bronce que ganó Del Potro y ayer la dupla Calabrese-De la Fuente en yatching y a la plata de Las Leonas. Aún quedan con esperanzas el remero Correa y el seleccionado de básquetbol, que irá por el bronce ante Rusia.

El taekwondista correntino ganó el oro en la categoría hasta 80 kilos, tras batir en la final al español por 1-0. De esta manera, el taekwondo argentino se llevó por primera vez una medalla de un Juego Olímpico.

En la ronda inicial, Crismanich batió al neocelandés Vaughn Scott 9-5, en cuartos doblegó por 9-1 al afgano Nesar Ahmad Bahawi y en semifinales superó al armenio Arman Yeremyan por 2-1.

El combate decisivo frente a García Hemme fue cerrado y se definió recién en el tercer round. El argentino sacó rédito de su mayor capacidad de improvisación así como de su talento para hilvanar movimientos ofensivos ante un rival inteligente y calculador.

Crismanich buscó insistentemente la combinación de rápidas patadas altas para marcar la diferencia, que sin embargo consiguió sobre el epílogo con una patada circular al plexo, en tijera.