Buenos Aires, 21 de junio.- El goleador histórico de Boca reveló que “desde la cuarta o quinta fecha” del torneo Clausura viene sufriendo una lesión crónica en su rodilla izquierda y que su físico “ya no soportaría una nueva pretemporada”.
“En las últimas semanas recibí mucho cariño y afecto de todos. El pedido de los dirigentes, del cuerpo técnico, de mis compañeros, de la gente, para que siguiera, en algún momento te lleva a tentar con seguir seis meses más, pero sabía que este era el momento justo. Además, había un motivo más que me hizo estar más que seguro de mi decisión y es lo que me pasó a partir de la cuarta o quinta fecha del torneo”, arrancó con su relato Palermo, en diálogo con radio La Red.
“Después de un partido, apareció la rodilla infalamada, con líquido… Al principio, pensé que era una lesión de ese partido, pero me siguió y me afectó todo el campeonato. Por eso, cuando me pedían que siguiera, yo sabía que no podía aguantar una nueva pretemporada, a los 37 años y con tantas exigencias sobre mi físico”, agregó el ‘Titán’.
Palermo contó que tuvo que jugar infiltrado y reveló que “era muy duro entrenar en la semana, porque el líquido recién se iba el miércoles o jueves y todas las semanas era lo mismo”.
“No la estaba pasando bien, terminaba los partidos y enseguida aparecía mucho líquido. Lo consulté con el médico (José) Veiga y me derivó a (Jorge) Batista (especialista en rodillas). Tuvieron que infiltrarme dos veces, algo que nunca había querido hacer. Y todas las semanas me daban inyecciones para que el líquido se fuera”, recordó.
El goleador histórico ‘xeneize’, que el sábado pasado se retiró del fútbol profesional, manifestó que no quiso revelar este inconveniente físico “para no dar excusas” y opinó que “también quería preservar al preparador físico (Gustavo Otero), porque se hablaba mucho y se lo estaba criticando mucho por la situación particular de algún jugador y hacía tiempo que no se realizaba una pretemporada tan buena como la que habíamos realizado en Tandil”.
“No lo quise decir en su momento para no excusarme. Por eso, lo hablé con Julio (Falcioni) y con los médicos para mantenerlo lo más reservado posible”, agregó.
Finalmente, comparó su lesión con la de Juan Román Riquelme, de quien reconoció que tenía una “mala relación” y que “no existía diálogo” dentro del vestuario.
“La lesión de Román sabrá él cómo manejarla y él verá cómo responde su rodilla. Yo seguí jugando y entrenando porque sabía que eran mis últimos ses meses y quería estar. No quería parar y ver qué pasaba. Ya sabía cuál era mi idea y no tenía motivos para pararme. Por ahora no me siento un ex jugador, porque estoy de vacaciones, como todo el plantel. Pero el 2 de julio, cuando se reintegren a los entrenamientos, ahí sí lo voy a sentir. Pero no me voy a arrepentir”, concluyó.