El poder económico que posee Atlético Argentino Agropecuario, nadie lo puede negar ni mucho menos esconder. El rival al que enfrentará Sportivo Desamparados en la final del Argentino “B” y que revoluciona por estas horas a Carlos Casares -un pueblo de 23 mil habitantes ubicado a poco más de 300 kilómetros de la Capital Federal- parece salido de un cuento de hadas. Es que fue fundado en el 2011 y su presidente y propietario es ni más ni menos que Bernardo Grobocopatel, más conocido como “El rey de la soja”, que cuenta con un envidiable poder adquisitivo, creó el club por “gusto” y hoy sueña con llevar su equipo al Federal “A”.

El predio, que cuenta con capacidad para unas 8 mil personas, posee riego computarizado, un complejo con siete canchas auxiliares y un hotel en construcción. Grobocopatel destina 300 mil pesos mensuales para cubrir sueldos del plantel. Este año arrancó con Divisiones Inferiores, algo que pocos clubes del pueblo pueden lograr. Según contaron ayer los periodistas que cubren la campaña del “Sojero”, desde su creación Agropecuario sembró malestar en los históricos clubes del pueblo debido a ese exigente poder adquisitivo.

En cuanto a lo futbolístico, Agro terminó la Fase Regular segundo en su zona, detrás de Sansisena con 13 unidades. De los 8 encuentros, ganó 3, empató 4 y perdió solo 1. Hizo 12 goles y le marcaron 8. En Octavos se enfrentó con Sol de América de Formosa, ganó en su cancha 2-0 y en Formosa empató agónicamente 2-2 en el último minuto de descuento y avanzó a Cuartos donde chocó ante Independiente de Chivilcoy. En la ida empataron 1-1, en la revancha lo hicieron sin goles y por penales, ganó el Sojero por 6-5. Se metió en la final tras eliminar con polémica a Bella Vista de Bahía Blanca, y ahora en la final, se ilusiona con dar el batacazo. Pero claro, enfrente tiene a Desamparados, que con su rica historia no dará el brazo a torcer.