El serbio Novak Djokovic consolidó su buen presente y se adjudicó ayer el Abierto de Tenis de Australia, primer Grand Slam de la temporada, al derrotar en la final al escocés Andy Murray, en tres sets. Djokovic, tercero en el ránking mundial ATP, superó en 2 horas y 39 minutos a Murray, quinto, con parciales de 6-4, 6-2 y 6-3.
De este modo, el serbio obtuvo el decimonoveno título de su carrera y segundo en Melbourne, donde también había festejado en la temporada 2008.
Por su lado, el escocés sumó su tercera final perdida (las anteriores datan del US Open 2008 y de Australia 2010) en torneos de Grand Slam, que siguen siendo sus "asignaturas pendientes", a pesar de los 16 campeonatos conquistados.
No hubo partido, prácticamente, porque Djokovic dominó con su revés a dos manos y con una derecha potente y porque el escocés intentó defenderse desde el fondo, pero no pudo soportar los embates de su adversario.
Después de casi una hora de intensa batalla, el serbio tomó distancia en el primer set, por un 6-4 que no resultó tan claro en lo numérico pero sí en el desarrollo. Como muestra queda que el número 3 del mundo apenas tardó un minuto para conservar su saque en el 1-0, mientras que el quinto preclasificado demoró casi un cuarto de hora para detentar su servicio y nivelar provisoriamente en 1-1.
En el segundo segmento, Murray pudo haber quebrado el saque de su oponente e igualar en uno, rápidamente.
Sin embargo, un concentrado "Nole" no le dio respiro y se encaminó hacia la conquista del set, que finalmente se llevó por 6-2. Con dos parciales abajo, al escocés se le hizo una pendiente demasiado alta intentar remontar el partido. El británico insinuó un repunte al ganar el game inicial, pero Djokovic quebró el saque de su rival, se puso 3-1 adelante y la ventaja fue decisiva.