El sanjuanino es el embalador que lleva el equipo para la carrera de mañana. Nico corrió ayer con el Unieuro la Tre Valli Varesine y junto a los velocistas se bajó antes de cumplir el último giro para preservar sus piernas.

 

Ser o no ser. Esta simple y eterna disyuntiva que se presenta en la vida de los seres humanos afrontará mañana el ciclista sanjuanino Nicolás Tivani. El pedalista que el 30 de este mes cumplirá los 23 años está viviendo uno de los momentos más importantes de su corta y exitosa campaña deportiva. Incorporado hace poco más de un mes como "stagieri" (aprendiz) en el equipo UWT (UCI World Tour) UAE Emirates, donde disputó tres competencias, "Nico", "El Ardilla", "Niño …" afrontará en la Gran Piamonte, carrera catalogada 1.1 HC (prueba de una etapa, histórica clásica) un gran desafío, del que depende, en gran parte, su futuro profesional.

Ha sido presentado por el técnico Mario Scirea como el candidato al embalaje (ver foto) que puede definir la prueba. Posiblemente no se le exija ganar, porque hacerlo sería impropio teniendo como rivales a embaladores que se han probado en más de un centenar de pruebas similares; pero sí se le pedirá que esté a la altura de las circunstancias, que no es otra cosa que entrar a la definición y tratar de integrar el cuadro de los diez primeros (top ten).

Durante las experiencias anteriores, el sanjuanino demostró que está hecho de buena madera. Que a la hora de poner la cara al viento para cerrar huecos no le saca el cuerpo y que en momentos de lanzar a un compañero, como lo hizo con Oliverio Troia en la pasada Copa Bernocchi (16/09/2018) también responde.

Muy concentrado en la que será su última carrera de la temporada y con la incertidumbre de saber si quedará en el equipo, Nico contó en su fuero íntimo que su representante también está haciendo contactos con el Movistar Team, equipo español donde corren Alejandro Valverde (campeón mundial) y Nairo Quintana, en el que ubicó, el año pasado, al chubutense Eduardo Sepúlveda.

Anteayer el UAE Emirates anunció la contratación por dos años del embalador colombiano Juan Sebastián Molano, quien en mayo pasado se coronó campeón panamericano en la Avenida de Circunvalación. Noticia que puede haber minado las expectativas del pocitano. Pero mirando la parte medio llena del vaso, es muy posible que -repitiendo la experiencia del Quick-Steep con el también colombiano, Fernando Gaviria- a Nicolás se le abra una puerta dentro de la escuadra de origen italiano pero que corre bajo bandera de los Emiratos Árabes. En su momento el equipo belga contrató conjuntamente al argentino Maximiliano Richeze para que oficiara de lanzador del fenómeno colombiano que ha ganado cuatro etapas, en las dos ediciones internacionales de la Vuelta a San Juan. En esa decisión influyó que Maxi hablaba el mismo idioma que Gaviria y que era latinoamericano.

¿Por qué no pensar, entonces, que Tivani, más allá de lo que ocurra mañana, puede ser el acompañante ideal de Molano? En el mundo del superprofesionalismo todo puede pasar. Por de pronto, Nico depende de sí mismo. Y, con todo lo logrado hasta el momento, tiene crédito a mantener viva la esperanza de integrarse al mundo de la Fórmula 1 del ciclismo mundial. Ese que permite correr las grandes carreras y donde los contratos pueden cambiarle la vida a cualquiera.

 

Planificación. El técnico Mario Scirea expuso en la página oficial del equipo en Facebook las expectativas sobre el pocitano.

 

El sueldo inicial
 

La UCI fijó como salario mínimo para quienes son debutantes en la categoría UWT la suma de 38.500 euros anuales (3.208 mensuales). Las figuras ganan cifras millonarias. Christopher Froome en el SKY cobra cinco millones de euros al año. Nairo Quintana algo parecido. Entre los embaladores, Gaviria llega a los 3 "palos" y los especialistas, contrarrelojistas, lanzadores y demás, cifras de siete cifras.