Hace 21 días atrás, su cara lo decía todo. Ante uno de los que metía presión como Atlético Alianza, Roberto Soria, el gran capitán de Villa Obrera, tenía que irse antes por una lesión que lo sacó en el primer tiempo. Se fue masticando impotencia y ansiando ese regreso que tres fechas después se concretó y fue el mejor. Porque ante Peñarol, que lo acosaba a solo un punto, y tras las derrotas ante Del Bono y Desamparados (por Copa Argentina), Soria volvió para que la Villa ganara otra vez y se afirmara más que nunca como único líder de la Zona 15. Demasiado para un solo partido pero suficiente para que Roberto lo disfrutara: “Es una alegría muy grande. Necesitábamos ganar por muchas cosas y me tocó a mi hacer el gol. En el cabezazo, le apunté al arco pero entró así como entró. Es lindo volver al equipo con una victoria tan importante y frente a un rival que sabe lo que hace. Es un triunfo clave para pelear la clasificación”.