Luego de la consagración de España como nuevo campeón, se cumplió la tradicional entrega de premios en la ceremonia de clausura. Fue muy simple, como todo lo que se hizo aquí, en China.
Pusieron los escalones del podio en el centro del campo de juego e hicieron entrar a los equipos que terminaron en los tres primeros lugares. Primero fue el turno de Argentina (el tercero), luego Portugal (el subcampeón) y al final España (el campeón).
Autoridades del FIRS encabezados por su presidente, el italiano Sabatino Aracu y entre los que se encontraba el sanjuanino Daniel Martinazzo.
Luego se ejecutaron los acordes del Himno español y desde ahí hasta el final los ganadores del Mundial festejaron y se sacaron fotos, incluso cuando ya no quedaba nadie en el estadio.