El joven pedalero de 21 años mostró una gran personalidad para asumir el liderazgo de su equipo y ganar la general sub-23.

 

El de Leonardo Cobarrubia es un caso curioso. Con 19 años ganó una etapa de la Vuelta de Mendoza y aún no puede festejar un triunfo en las temporadas de ruta sanjuaninas. Ayer, sin embargo, demostró que está maduro como para cumplir con esa asignatura pendiente. Luego de una gran contrarreloj en la que se quedó con el tercer puesto se enfundó la malla a cuadros albirroja y por la tarde la defendió con una gran personalidad. Quedó quinto en la general luego de asumir con coraje y decisión el liderazgo de un equipo que corrió la prueba sin sus "vueltómanos" (Dotti y Nazaret). Cuando vio que su posición corría serio riesgo con dos de los escapados, se puso al frente de la persecución y la defendió con firmeza.