En medio de una noche especial en el Monumental, con el River campeón jugando por última vez en el año en su estadio (ante Defensa y Justicia), hubo una despedida para Leonardo Ponzio y un pedido repetido, hecho ruego, para Marcelo Gallardo. El quedate Muñeco fue clamor popular. El entrenador tiene en vilo a todos los fanáticos millonarios por su continuidad. Desde la misma noche del título ante Racing, cuando un rato después se abrió públicamente y avisó que iba a replantearse el hecho de seguir o no en el club de sus amores, no hubo indicios sobre qué hará. "Gallardo es de River y de River no se va", fue el grito que es escuchó de manera repetida, en un Monumental a pleno. Se espera que durante esta semana confirme o no su continuidad en el club, lugar donde está hace más de siete años.