En esta primera rueda del Federal A, Unión probó varios esquemas tácticos. Empezó con línea de cuatro en defensa, pasó luego a la línea de tres, también insistió con jugar con enganche, con dos enganches, con un punta, con dos puntas. Probó todo y cambió mucho pero el modelo que presentó ayer en Mendoza le terminó por ofrecer más garantías que ninguno porque no sufrió demasiado en la defensa, fue muy compacto en el mediocampo y arriba encontró contundencia. La línea de cuatro en defensa respondió en casi todas las que le propuso la desesperada presión de Gimnasia que le tiró centros para que se lucieran los zagueros sanjuaninos. En el mediocampo, Natalicchio regresó para ser patrón y tuvo dos laderos incansables en Emmanuel Décimo y Ariel Sánchez que no pararon nunca en el ida y vuelta para respaldar la defensa y sorprender en el ataque. También respondió el tándem Molina-Acevedo para tratar de cuidar la pelota y darle profundidad y salida clara a cada recuperación. Así, las pruebas la dio la elaboración de las dos jugadas de gol en las que los dos la trataron muy bien y dejaron a Sacripanti mano a mano.

Párrafo aparte para el Loco Sacripanti que se lució en el primer tiempo y perdonó demasiado en el complemento pero siempre ganando en el mano a mano con la flojísima línea de tres que le paró Gimnasia, Unión no solo ganó en Mendoza otra vez sino que además, encontró el equipo, el sistema y la paz para poder planificar el futuro.