Dicen que los sueños son para cumplirlos, para hacerlos realidad y en la vida de la la sanjuanina Natalia Molina, las cuatro décadas despertaron en ella la necesidad de concretar ese sueño que empezó a gestarse hace ya dos años en Córdoba cuando la atrapó el amor por el pedestrismo. Correr su primer maratón y hacerlo en la auténtica meca del maratonismo: Nueva York. Algo que parecía demasiado lejano, casi imposible pero Natalia no se entregó. Jamás. Se duplicaron los turnos de entrenamiento con gimnasio matutino y carrera por la tarde como para ir poniendo a punto el cuerpo. Y, en el medio, las obligaciones de mamá de su nena de 3 años, además del trabajo en el Grupo de Entrenamientos Simplemente que trabaja en la preparación física de quienes se interesen. Pero hoy, Natalia espera ya el momento del viaje a Estados Unidos que será el miércoles 1 de noviembre junto a la delegación argentina que tendrá 200 integrantes, porque van unidos los amateurs donde participa Natalia además de los profesionales donde están los olímpicos de Río entre ellos.
Pero la historia de este primer maratón nació en el festejo de sus 40 años. Había corrido los 30K de Huerta Grande en Córdoba, los 21K de Buenos Aires y de pronto, Naty decidió irse a la meca del maratón: Nueva York. Empezó la loca carrera por registrar la inscripción con los plazos ya vencidos pero el contacto con el grupo de los argentinos que viajan, le dio la chance y quedó inscripta. De ahí, a soñar despierta y a entrenar más que nunca.
"Es un lindo regalo de cumpleaños. Tenía que ser en mis 40 años y se me dio. Viajo el 1 y estoy hasta el 7, la carrera es el domingo 5 y de verdad, hoy no lo puedo creer. En el entrenamiento previo trabajé muchísimo en terreno plano, nada de trail running para evitar lesiones y redoblando los esfuerzos por la motivación. Correr Nueva York es tocar el cielo con las manos para cualquier maratonista del planeta y serán mis primeros 42K. Más feliz no puedo estar porque se que hay que gente que me apoya como mi familia, el grupo de Simplemente, mi hija. Todos. Es el mejor regalo que uno puede regalarse y me considero una privilegiada en poder concretarlo’.
Algo más que una carrera
El poder del running se va extendiendo cada vez más y más, poco a poco crece el número de personas que deciden calzarse unas zapatillas y salir a correr. En consecuencia, también crece el número de pruebas que se disputan anualmente. Sin embargo, hay una serie de carreras diferentes, que tienen una gran tradición e historia. Una de ellas es el Maratón de New York. Disputado desde 1970 esta prueba forma parte de las seis +majors+, las maratones más importantes del mundo. El resto de ellas son las disputadas en Londres, Chicago, Boston, Berlín y Tokio. El recorrido de esta prueba es uno de los más emblemáticos del mundo. La línea de salida está situada en Staten Islands para atravesar en sus primeros metros el puente Verrazano Narrows. Más tarde se dirige hacia Brooklyn para luego pasar por Queens y seguir por Manhattan. Superada la mitad del trazado, comienza la travesía por la Primera Avenida que más tarde se desvía hasta la Quinta y acaba en su mítica llegada a Central Park.
La participación es siempre sinónimo de éxito, superando siempre los 40.000 participantes. De hecho, en ocasiones resulta complicado poder apuntarse. Este maratón cuenta también con el récord de +finishers+ es decir, participantes que hayan finalizado el maratón con un total de 50.304.
El Maratón de New York siempre se ha caracterizado por tener grandes nombres en cada una de sus ediciones. En New York han ganado nombres tan importantes como Paula Radcliffe en categoría femenina o Geoffrey Muttai en categoría masculina.