No se puede negar que este San Martín vino a La Plata con la idea clara. Con la consigna en mente. Fue inteligente de principio a fin. Y el empate final pudo haber sido triunfo sanjuanino por méritos, entrega, corazón y un planteo inteligente. Nunca le dejó manejar la pelota al rival, la copó el mediocampo que fue donde estuvo la clave para llegar a Primera ayer. Sólido en sus líneas y equilibrado. Terminó contra su arco por una cuestión lógica de que Gimnasia debió apurar el tranco, y ahí también respondió el equipo. Se apoyó en el gol de Penco en el inicio mismo del partido, y el resto fue marcar tendencia de cómo se lucha una Promoción y se llega a la elite.
1-Entró ganando
No habían transcurrido dos minutos cuando Poggi metió el pase y Penco convirtió. Ese tanto hizo que todo fuera, en forma positiva, cuesta arriba en el funcionamiento Verdinegro porque no se apichonó, sino que se agrandó y fue por más. La impotencia de Gimnasia contribuyó. Ahí fue donde San Martín hizo su mejor labor. Se defendió con la pelota y por el sector derecho complicó siempre. Ese gol de Penco fue clave para el resto del partido.
2-Gran medio
La base del empate de ayer estuvo en los cuatro volantes. La dupla de doble 5 con Alderete Videla fue impecable. Ambos ganaron todo en su zona, metieron, y fueron haciendo de su zona una fortaleza difícil de penetrar. Por los laterales Poggi le dio salida y oportunismo, mientras que Quiroga y su exquisito toque abrieron los caminos y dejaron mal parados a los locales.
3-Complemento
Mientras en la zona de gestación todo era positivo, adelante Roberval volvió loco a los defensores y Penco fue un constante molestia. Atrás Pocrnjic le dio continuidad a su sólida campaña y el fondo no tuvo fisuras, y si en algo erró, lo subsanó con el correr de los minutos. Y no por algo fue el mejor partido en calidad de visitante.
4-Corazón
El empate de Vizcarra provocó un cambió de timón. Gimnasia pasó a tener la pelota y fue donde apareció en acción la otra faceta de este San Martín. Defendió con el corazón y no se puso colorado al momento de reventar la pelota, sin desesperarse, que fue su bandera. Terminó contra su arco, más allá que pudo liquidarlo de contra. En síntesis una apuesta pensada y diagramada para dejar sin alternativa a Gimnasia con toque, garra, lujo, aguante y el merecido retorno a Primera.