Sacándole provecho a su chapa de líder, Trinidad supo cómo sacar ventaja ante un débil y juvenil Sportivo y en su propia cancha. Ayer, en Puyuta, el León se impuso por 2 a 0 ante Desamparados en el encuentro que abrió la 16ta fecha del Oficial de fútbol doméstico.
Trinidad fue hasta el Barrio Patricias a buscar lo suyo. Y no le resultó tan complicado. En el primer tiempo fue cuando mostró su mejor juego. Hernán Muñoz se encargó de hacer jugar al equipo, mientras que Uranga inquietó varias veces. Por su parte, Desamparados nunca pudo sentirse cómodo en la cancha. Los primeros minutos fueron todo de Trinidad, que recién pudo llegar a la apertura del marcador a los 23’ tras un tiro libre. Altamirano apareció solo en la puerta del área para aprovechar un rebote y marcar el 1-0. Sportivo nunca supo levantarse de ese golpe y con los pocos argumentos futbolísticos que contó, le resultó difícil llegar claro al arco de Ignacio Díaz para llegar al empate. Trinidad, pudo aumentar la diferencia, pero se topó con Naveda y Ferreyra firmes en la defensa.
En el complemento, Desamparados salió a matar o morir y obligó a Trinidad a retrasarse en su campo. Con esos espacios, Argumosa se soltó y el Chino Chávez intentó aprovechar cualquier intento, pero Díaz se encargó de salvar el invicto a su arco. Era mejor Sportivo que a los 25’ tuvo una jugada clara que no supo aprovechar. Argumosa llegó con peligro por el sector derecho, quiso cambiar para Emanuel Astudillo, que quedaba cara a cara con Díaz, pero el ex Villa Obrera no llegó por centímetros y desperdició su oportunidad.
Trinidad no quiso complicaciones y reaccionó. A los 35’ avisó de pelota parada y un minuto después no perdonó. Uranga jugó rápido y con la mala salida de Sambor, Muñoz entró solo para definir sin complicaciones. El 2-0 no terminó por liquidar la ilusión de los pibes de Desamparados, que con pocas ideas fueron siempre al frente. A los 39’ lo tuvo Peláez luego de un contragolpe, pero no supo definir bien y la pelota se fue desviada. Los minutos pasaron y el León, ya conforme con el resultado, dejó que Sportivo se viniera. En el último minuto, el local pudo haber llegado al descuento, pero ni Franco Díaz ni Peláez tuvieron claridad y ahogaron la chance.
El pitazo de Rímolo marcó el fin de un encuentro en donde la experiencia de Trinidad, supo aprovechar los errores de juventud de Desamparados que parece no encontrar el rumbo.

