Para San Martín ganar ya dejó de ser una necesidad y se tornó en una urgencia. Todavía no lo ha hecho en lo que va del campeonato y viene de perder ante Banfield en un partido que dejó disconformidad y falta de argumentos para explicarlo por parte del DT cuando lo ganaba con comodidad por dos goles. Por ello es que esta tarde cuando por la 6ta fecha reciba a Talleres, a las 18.15, no le queda más que la victoria ya que otro traspié puede llegar a generar novedades negativas.
Será toda un prueba de fuego para Pablo Lavallén que no cambia nada en el equipo, va con los mismo nombres y propuesta, convencido que con sus armas puede empezar a enderezar el rumbo del Verdinegro y lograr despegar definitivamente en base a un estilo de juego ofensivo, explosivo, con sorpresa, solidario, que evita el pelotazo y cuida el fútbol, pero que cuando tiene una falencia lo sufre y allí surge la contracara que lo ha llevado a todavía no sumar de a 3 puntos.
Pero así como San Martín pide a gritos ganar, también lo hace Talleres porque tampoco logró un triunfo y su presente es más alarmante porque está último en la tabla de los promedios. Lo que hará que esas urgencias de ambos, pueda llegar a promover en cancha un estilo ambicioso y con constante búsqueda del arco rival.
Por el lado del conjunto sanjuanino, Lavallén mantiene la alineación y lo tomará como una revancha tras caer con Banfield 3-2 y declarar que ‘no le encuentro explicación. No tengo respuestas porque se perdió’. Todo un síntoma, convencimiento y respaldo a sus jugadores que tendrán un desafío al que deben superar.
Saldrá con Ardente; Capelli, Mattia, Lazzaroni, Casierra; Gelabert, Fissore, Lugo; Villarruel, Barcelo y Montagna, sin modificar su libreto y con la intensión de confundir al rival cuando ataca ya que lo hace por ambas bandas a la vez y allí es donde genera los espacios. Será prácticamente sin lugar para el error porque San Martín tiene un partido especial en el que debe ganar como sea.
