Ubaldo Fillol renunció a su cargo como entrenador de arqueros del plantel profesional de River Plate tras el desaire de Juan Pablo Carrizo cuando finalizó el encuentro ante San Lorenzo de Almagro, al resaltar que se sintió ‘humillado‘ y ‘avergonzado‘.

‘Me humillaron ante todo el mundo‘, enfatizó Fillol en una carta publicada en su sitio web a poco de conocerse su decisión. Este nuevo hecho es otro capítulo más de la conflictiva situación que atraviesa River, con el equipo en zona de Promoción, en pie de guerra con la AFA a cuyo presidente, Julio Grondona, Passarella le pidió la renuncia en la cara. Ayer, por la mañana Fillol salió a hablar por radio y televisión: ‘No quiero ponerme en víctima, pero yo, Ubaldo Matildo Fillol, hay cosas que no las perdono. No soy Dios, no soy nadie, pero ese tipo de actitud no las perdono. Se la hubiese perdonado a mi hijo, pero no a otra persona‘, precisó por la FM La Metro. Fillol mantuvo indeclinable su dimisión pese a que el presidente del club, Daniel Passarella, se la había rechazado y había intentado convencerlo tras una reunión que mantuvieron en la noche del lunes junto al entrenador, Juan José López, en las oficinas del Monumental.

En ese cónclave le pidió a Passarella seguir ‘ligado a River en las divisiones inferiores‘.

El club, en tanto, envió un comunicado oficial a los medios y anunció que Passarella y la Comisión Directiva se tomarán un compás de espera de diez días para ‘descomprimir‘ la situación y para resolver si Fillol se desempeñará en las divisiones inferiores. Carrizo se enteró poco después de llegar a Resistencia con el seleccionado y sólo atinó a decir que iba a comunicarse con Fillol.
El detonante de la renuncia de Fillol fue que Carrizo se lo sacó de encima con un empujón cuando ’Pato’ se acercó para alentarlo una vez finalizado el encuentro frente a San Lorenzo, en el que un grosero error del arquero del seleccionado le permitió igualar al equipo de Boedo.

‘Lo que más lamento de todo esto es que a partir de hoy me quedo sin trabajo porque este tipo de actitudes no las perdono y he tomado la decisión de dar un paso al costado como parte del cuerpo técnico de la Primera de River‘.

Sin embargo, reconoció luego haberle pedido seguir en las inferiores, un deseo que está en Passarella que pueda o no cumplirlo. Así, se fue Fillol, una gloria.