Boca Juniors venció con justicia 2 a 0 a River Plate, porque fue superior a lo largo de todo el partido, y se quedó de esa manera con la edición número 186 del superclásico del fútbol argentino, por la décima fecha del torneo Clausura. El chileno Gary Medel, quien se fue expulsado en el segundo tiempo, marcó los dos goles del partido jugado en La Bombonera, que tuvo un flojo arbitraje de Héctor Baldassi.
Con actitud, con los goles de Medel, con el fútbol de Juan Román Riquelme, Boca le terminó ganando a un River que nunca estuvo en partido y que jugó el superclásico como si fuera un compromiso más de este torneo Clausura.
Sin embargo, el superclásico jugado ayer fue todo de Boca, de principio a fin, sin dejar dudas de una victoria inobjetable. En el inicio del partido, más bien la reanudación del partido, esos problemas de Boca quedaron a un lado y durante diez minutos pelearon el superclásico en el medio de la cancha, con Riquelme y Gallardo lejos del juego y los delanteros sin entrar en contacto con la pelota.
Y en ese contexto se abrió el partido con una jugada con pelota parada, porque Riquelme ejecutó un tiro libre a ras del piso y apareció Medel para anticipar a una dormida defensa de River -también se quedó el arquero-, decretando así la apertura del marcador.
Con el gol llegó el primer error de Baldassi, porque el chileno en el festejo se trepó al alambrado y el árbitro debería haberlo amonestado, algo que si ocurría Medel hubiera recibido la tarjeta roja porque ya había visto la amarilla.
Recién a los 28 minutos se acercaron a los arcos, con dos situaciones claras para Boca y sólo una para River. Primero lo tuvo Palermo con una especie de chilena y tijera, luego de un pase de Riquelme, y un minuto después Gustavo Canales dejó solo a Funes Mori pero el juvenil delantero falló en el mano a mano con García. A la jugada siguiente Riquelme, tras un pase de Nicolás Gaitán, entró en diagonal al área, bajó la pelota y sin dejarla picar se la tiró por arriba a Vega pero se fue por arriba del travesaño.
En el inicio del segundo tiempo Riquelme se hizo del partido, pero sobre todo de los tiempos del partido, y con su ritmo empujó a Boca contra el arco de Vega y por eso no sorprendió a nadie que llegara el segundo gol.
Con Riquelme atento, Gaitán movedizo, Palermo diciendo presente en el área, y los volantes acompañando, el conjunto local comenzó a sentenciar la suerte del superclásico. A los tres minutos Riquelme tomó una pelota, hizo la pausa habilitando luego a Monzón, quien desbordó con caño a Ferrari incluido mandó el centro atrás, Gaitán dejó pasar la pelota y Medel a la carrera venció otra vez a Vega para marcar el segundo del partido.
Funes Mori pudo descontar, porque tuvo la pelota picando en el borde del área pero lo cruzó justo Bonilla, quien luego salió lesionado, y esa fue la gran chance de River, porque no tuvo ninguna más tan clara.

