En la pretemporada, Facundo Sava lo ubicó en la formación titular durante los dos amistosos que disputó San Martín. Pero en los primeros tres encuentros del equipo en el Torneo Inicial, Claudio Riaño no sólo no estuvo de movida sino que tampoco jugó un minuto. Ayer, en el arranque del complemento le llegó el turno de su bautismo en un partido más que complicado ante Vélez. El gringo, que viene a préstamo al Verdinegro desde Talleres de Córdoba y por lo que saltó dos categorías, demostró carácter para afrontar la situación. La movilidad y le entrega fueron sus puntos salientes durante los 45’ que estuvo en cancha. Es más, a la media hora del complemento casi marca el descuento pero su cabezazo dio en el caño izquierdo del arco visitante. “No pudimos encontrarle la vuelta al planteo de Vélez. Es una pena porque hicimos el gasto y otra vez nos quedamos sin nada”, explicó Riaño quien agregó “son sensaciones mezcladas por el hecho que se dio el debut que tanto soñé en Primera, pero la derrota y más por goleada te amarga muchísimo. Hay que seguir mejorando para salir adelante de este momento”.
El gringo dio movilidad

