El impresionante Salón Palmares, en Chimbas, fue la sede de lujo que tuvo la edición 2017 de El Deportista del Año. Y los invitados se sintieron a gusto desde que ingresaron al complejo. Todo relució dentro del salón, mientras que los jardines sirvieron para vivir la previa y después disfrutar de lo que dejó la celebración anual del deporte sanjuanino.
El glamour también fue parte del encuentro, que tuvo su rol estrictamente vinculado a la premiación y otro de charlas, de bromas, de nervios y también de confraternidad, ya que El Deportista del Año tiene una particularidad y es que trasciende las disciplinas y permite la confluencia de los protagonistas, de los dirigentes, los periodistas y las familias, sean del deporte que sea.
Hubo además un ágape para todos los invitados, al que todos terminaron elogiando, y para cerrar la gran noche fue desplegado un show de fuegos artificiales, que despertó los aplausos de los asistentes en el broche de oro de la fiesta del deporte.