Sin ganadores, ni perdedores el gran ganador terminó siendo el fútbol en Santa Lucía. Eso sintetiza con absoluta justicia el 1-1 con el que Atlético Alianza y Atlético Trinidad terminaron cerrando el clásico de la Zona 15 del Federal B. Justo para ambos porque Trinidad tuvo su mejor versión en la primera parte y porque Alianza hizo suyo el complemento para lograr el empate cuando parecía que se quedaba con las manos vacías. Fue intenso, emotivo, tremendo. De punta a punta porque de arranque los dos propusieron desde el instante inicial y en es postura el que impresionó mejor fue Alianza que de la mano del dúo Avila-Ahumada generó lo mejorcito de entrada. Pero bastó que en Trinidad hiciera pie Atilio Alves como para que se emparejara el trámite. Alianza tenía un poco más la pelota pero Trinidad era más profundo. En ese trámite estaban cuando se calentó la tarde por la primera expulsión, la del uruguayo Silva por un golpe a Díaz. Parecía que con la ventaja numérica, Alianza sacaría la ventaja pero el León se acomodó mejor y a los 37’ de esa primera parte armó una gran jugada de izquierda a derecha para que Eduardo Reina quedara mano a mano con Jairo Díaz y definiera. Era el 1-0 favorable a Trinidad, merecido por su contundencia. Alianza sintió el impacto y se fue encima pero Leonel Marinero se pasó de vueltas y terminó expulsado. Los dos con 10 quedaron y se armó otro partido. Más abierto, más intenso. Y así parecía que Alianza encontraba el empate cuando tomaron a Alaniz en el área y el Pelado Díaz pidió el penal. Le pegó mal, arriba, frustrando a todo Santa Lucía. E el complemento, el que levantó todo fue Alianza. Se jugó el resto, apretó a Trinidad contra su arco y cuando parecía que podía empatarlo, se agigantó la figura del Loco Evangelisti que le tapó dos pelotas infernales a Alexis Noble primero y a Renzo Ahumada después. No podía aguantarlo Trinidad ni menos asustar con una contra. Alianza siguió insistiendo y pasada la media hora, Bonomo se metió en el área, levantó el centro exacto y Alaniz no perdonó. Quedaba tiempo para el Lechuzo y lo quiso aprovechar. Apretó, generó un par más pero no pudo con Evangelisti. Trinidad entendió que el punto suma y cerró el empate sabiendo que no se había guardado nada.