San Martín no pudo hacer valer el peso de ser puntero de la Zona A, mostró una cara distinta a la de partidos anteriores y sufrió un duró revés ante su gente, al caer por 3-0 frente a Quilmes por la séptima fecha de la Primera Nacional.
El encuentro en Concepción comenzó parejo, sin embargo, a los doce minutos el Cervecero aprovechó una pelota parada y se puso en ventaja. Tomás González apareció sin marca en el punto penal, metió un cabezazo letal que terminó en el fondo de la red y sorprendió a todo el público que llegó en buena cantidad al estadio Hilario Sánchez.
Luego, el desarrollo del juego fue por demás aburrido, con San Martín sin reaccionar y con la visita conformándose con la victoria parcial. Alguna que otra llegada sin peligro decoró la noche sanjuanina hasta que los equipos que se fueron al descanso.
En el complemento San Martín salió con una actitud que hizo creer que quería llegar al empate y hasta tuvo dos chances de igualar en la misma jugada, con dos remates que dieron en el travesaño y que quedaron en la nada.
Y, tal cual dicen en la jerga futbolera, cuando no se hace un gol en un arco se hace en el otro, Quilmes aumentó la ventaja con otro cabezazo de González a los 63. Pero el resultado no quedó ahí, ya que el goleador de la noche recibió una pelota en soledad y sacó un bombazo que se metió en el primer palo del arquero Borgogno para sentenciar el inesperado 0-3 en Concepción.
El equipo de Pancho continuó sin reacción y hasta la mala suerte le jugó una mala pasada porque ni siquiera pudo descontar una ventaja que fue exagerada, no por la efectividad de Quilmes, sino por su juego.
Con la dura caída como local, San Martín puso en jaque el liderazgo en la Zona A, ya que si Agropecuario y/o Alvarado ganan sus partidos (ante Ferro y Racing de Córdoba, respectivamente), se convertirán en nuevos punteros.
El próximo compromiso del Verdinegro será el próximo jueves, desde la 15:30 en condición de visitante frente a Talleres de Remedios de Escalada y tendrá el objetivo de sumar de a tres para olvidar rápidamente el duro golpe de viernes por la noche.