Barcelona consiguió el martes  un sufrido empate 1-1 ante Atlético de Madrid, en un partido en  el que terminó con nueve hombres, pero clasificó a la final de  la Copa del Rey gracias a un gol de su artillero uruguayo Luis  Suárez, quien fue expulsado cerca del final.

 

                
El campeón defensor, que había ganado 2-1 en la ida, abrió  el marcador por intermedio de Suárez a los 43 minutos. El  uruguayo aprovechó un rebote del arquero tras una gran jugada  individual de Lionel Messi.  

 

              
El segundo tiempo tuvo muchas emociones, y a los 57 el local  se quedó con un hombre menos por la expulsión de Sergi Roberto  por acumulación de tarjetas amarillas. El Atlético no logró  aprovechar la ventaja numérica ya que sufrió la expulsión de  Yannick Carrasco a los 69.                 

 

A los 80 Kevin Gameiro desperdició un tiro penal, ya que su  remate dio en el travesaño. Pero tres minutos después se  reivindicó al poner el 1-1 con un toque suave ante el arco vació  a pase de Antoine Griezmann.        

 

        
Suárez también vio la tarjeta roja a los 90 tras golpear a  Luis Hernández al disputar una pelota cerca del centro del  campo, por lo que se quedará sin jugar la final.  ‘Me río, porque me parece que era lo que quería (el  árbitro), solamente salto cuando me doy vuelta. Voy a ver si se  puede apelar la segunda amarilla porque ni siquiera es falta‘,  dijo un ofuscado Suárez a la televisión local.      

 

          
‘Yo no hago absolutamente nada. La primera tarjeta es por la  primera falta que hago en el partido‘, agregó. Ahora Barcelona, que suma 28 títulos en la competencia,  espera por el ganador de la llave que definirán el miércoles  Alavés y Celta de Vigo.