Desatados. Los rusos dejaron de lado su habitual "frialdad" para festejar el pase a los octavos de final del Mundial que organizan por primera vez.

 

Streap tease, disfraces, campeonato de pulseadas y de partiditos con arcos chicos, monumentos de personalidades con tipos trepados y envueltos en banderas, bocinazos, trompetas, todo eso condimentado con alcohol, con el vodka como preferencia. Así fue la tarde-noche-mañana en Rusia tras la histórica eliminación a España, por los octavos de final del mundial que la tiene como sede por primera vez en su historia.

El epicentro en Moscú fue en la zona del cruce de peatonales, conocida como la Calle de las Luces, a un par de cuadras de la legendaria Plaza Roja. Nada de frío y parquedad en esa gente que uno ve sería y temperamental a la distancia, todo lo contrario, tenían todo el calor del estilo latino y alegría que evidenciaban en cada baile y que no decaiga con el paso de las horas.

Fue la noche en que los bares y demás locales nocturnos rusos despacharon más alcohol en décadas, no hace falta una medición minuciosa. La bebida blanca insignia de la nación, seguida por la cerveza, corrió como un río. Era imposible ver un grupo de cualquier edad sin bebida mientras se contorneaban y se trasladaban por el centro moscovita. Obvio que tampoco faltó el que vio allí un negocio y llegó con cientos de botellitas y latitas y así, sin puestito ni mesita, las exhibió sobre algún canterito de la peatonal, el más organizado puso de culata su auto sobre la vereda y abrió su congelador-baúl.

El hit "rasiiiá, rasiiiá" ("Rusia, Rusia…") sonó más que nunca seguido por el "dasvidaaaniiiiaa ispaaaniaaaa" ("hasta la vista España") con el ritmo de Seven Nation de los White Stripes.

Los rusos se mezclaban con su alegría y la compartían con el resto de los visitantes de otros países, sobre todo con los latinos que no se perdieron la fiesta que el anfitrión brindaba por su pase a cuartos.

En cada cuadra, a cada paso, uno podía toparse con los personajes y situaciones más curiosos que un festejo de esta clase conjuga, donde no hay diferencias de clases, ideología o religión, o quizás si porque la única iglesia que acaparó a todos los feligreses fue la "Madre Rusia".

Desde besos entre diferentes culturas, pasando por diálogos en el idioma del fútbol, hasta un DJ y un animador ubicados en una esquina dirigiendo la música y agitando aún más la efervescencia.

Aunque la noche nunca es noche en un país donde a las 2 de la mañana ya hay claridad, esta vez sí que no durmió nadie en Rusia.

 

Los Fan Fest

Otra locura

Como en todo Mundial, los Fan Fest resultan un lugar de mucha celebración para sus participantes. En el caso de Moscú se vive con mucha intensidad y ahí también el vodka predomina.