Ardua tarea tiene el entrenador que del 29 de junio al 1 de julio dirigirá a los U-19 en el Regional que se jugará en la UVT y a mediados del mes próximo a los U-17 en San Luis, buscando clasificar a los nacionales de cada categoría.

 

 

Gustavo Sapochnik tiene 41 años y, casi, la mitad de su vida la pasó entrenando y dirigiendo equipos de básquetbol. Su casa paterna está ubicada frente a la cancha de Racing de Trelew, Chubut, lugar que pasó a ser su segundo hogar. Allí entendió que para seguir ligado a su pasión tenía que dar un golpe de timón a su existencia y desde los 21 abriles empezó a capacitarse para conducir planteles. "Como jugador era uno más, no era muy bueno, por eso me metí de lleno en la dirección técnica", explica este muchacho casado con Erika y padre de Milos de cuatro años y Emma de nueve meses, que desde marzo está radicado en San Juan y es el responsable técnico de las selecciones de la Federación de Básquetbol local.

Su bautismo de fuego fue hace 10 días en Salta, cuando dirigiendo al combinado provincial U-15, clasificó 11mo de 24 equipos y fue premiado como el mejor entrenador del Plan de Desarrollo que la (CABB) Confederación Argentina de Básquetbol implementa en las provincias donde el deporte necesita un empujón.

Hace medio siglo, allá por los años "60 de la mano de los hermanos Riofrío, "Polo" Benegas y otros grandes jugadores, San Juan fue potencia. Era un básquetbol más romántico menos táctico. No había tablets y programas de seguimiento de desempeño de cada jugador. El mundo cambió. La televisión globalizó a la NBA y la Argentina, campeona mundial en 1950 y Panamericana en 1951 encontró en León Najnudel el mesías que, a través de la Liga Nacional, potenció la competencia local y reposicionó a la Argentina al cuadro de honor de las mejores selecciones del mundo. La pregunta es: ¿Dónde estuvo San Juan en esa revolución? Sumido en el ostracismo de desmanejos dirigenciales.

Con la idea de recuperar el tiempo perdido la nueva conducción de la Federación local, presidida por Darío Bustos, aconsejada por el ex integrante de la "Generación dorada", Rubén Wolkowisky, contrató a Sapochnik para sembrar trabajo que permita en un tiempo prudencial ver crecer los plantines de laureles que se pretende reverdecer.

"Mi intención es aportar a todo lo que hacen los técnicos en los clubes. Creo que las instituciones han entendido la idea y algunas con más y otras con menores recursos suman su granito de arena", cuenta Sapochnik, quien llegó al torneo de Salta con un equipo que, con solo 18 practicas logró tres victorias y tres derrotas. "Creo que se hizo un buen torneo, que se dio un primer paso muy importante", explicó el hombre que en ningún momento dejo de agradecer al resto de los integrantes de su cuerpo técnico, compuesto por Juan Pablo Olivares (U-13), Juan Godoy (U-15), Franco Díaz (U-17) y Miguel Sisterna (U-19), en varones, y por Víctor Lucero y Priscila Ferreyra en femenino.

Con respecto al objetivo planteado, Gustavo comentó: "Darío (Bustos) y la comisión directiva decidieron armar una estructura para desarrollar los distintos equipos de selección y tengo el honor de haber sido designado para esta función", concluyó.

 

 

El técnico en tres respuestas

La clave: convicción

– ¿Qué es lo primero que mira para elegir un jugador?

– Primero la altura. Pienso que la talla y la envergadura son dos puntos importantes que debe tener cada jugador. Aparte la lectura de juego. Porque aquellos que son inteligentes lo que no tienen en físico lo cubren con talento para generar juego.

¿Cuál es su radiografía del básquetbol sanjuanino?

En San Juan hay chicos con mucho talento, con interesantes condiciones para desarrollar, pero creo que es necesario sumar más pibes al básquetbol para ampliar la base de la pirámide. Que se duplique la cantidad de jugadores en los infantiles, sería una buena inyección.

¿Qué hay que hacer para volver a ser protagonistas en los Argentinos?

Considero que se puede volver a la época en que San Juan pueda volver a ser competitivo a nivel nacional, sólo hay que tener convicción en que se puede y entre todos defender una idea de desarrollo para lograrlo. Claro que no es de hoy para mañana, se necesita tiempo. No se pueden quemar etapas.