Esta vez el comercio sanjuanino se había preparado para recibir el aluvión de hinchas chilenos, con promociones, carteles y hasta banderas de Chile en las vidrieras, pero la no apertura del paso chileno Cristo Redentor provocó que el desembarco de la ‘Marea Roja‘ fuera ayer a cuenta gotas. La idea que tenían los comerciantes era abrir de corrido o apenas ‘cortando‘ dos horas en la siesta, pero ya en la mañana se observó que el día venía ‘demasiado tranquilo‘ por lo que muchos negocios bajaron las persianas en la siesta.
‘No pasa nada. Ni turistas, ni sanjuaninos, ni nada. Ahora que abrimos no viene nadie, je‘, contó resignado un empleado del local de Vallejo del cruce de las peatonales, que con un puñado de carteles en la vidriera -‘Recibimos dólares a $4,20. Sólo para extranjero‘’- servían de gancho para atraer a los pocos hinchas de la Selección de Borghi que deambulaban en la Peatonal.
Pero el signo más fuerte de que el escenario se presentaba gris para el comercio, fue el prácticamente nulo movimiento que tuvieron las casas de cambio de dinero y las confiterías céntricas, que esperaban ansiosos batir todos los récords.
‘Usted verá, no hay nadie y en toda la mañana fue igual. Realmente teníamos otra expectativa pero nos encontramos con esto‘, explicó Luis Jofré, empleado del tradicional comercio Cambio Santiago. ‘Nos preparamos con todo y lamentablemente con el paso a Chile cerrado estamos de brazos cruzados. Pero eso sí, si a última hora de la noche o mañana (por hoy) a la mañana es necesario, vamos a tener el negocio abierto el tiempo que sea necesario‘, dijo el gerente de Cash, Fernando Cuneo. Ayer estos comercios abrieron de 9.30 a 13 y de 16.30 a 19.30, mientras que hoy subirán las persianas sólo para abrir un puñado de horas: de 10 a 13. El dólar lo están comprando en $4,13 y el chileno en $0,0083. En los dos casos aclararon que no habían realizado operaciones con la moneda venezolana -el Bolívar-.
Más evidente era el faltazo de hinchas en las confiterías: ‘Cuando hay turistas, vos tenés que fijarte si las confiterías están llenas o no‘, comentó en tono socarrón Miguelito, que como mozo tiene más de 2 décadas en el rubro. También hubo promotoras entregando folletos con promociones de comidas rápidas que indicaban el menú, los precios y un pequeño croquis para llegar al lugar.
El sólo caminar en la siesta por la Peatonal, entregaba una imagen concluyente: sombrillas bajas, sillas vacías, empleadas limpiando las mesas y ni un sólo cliente. ‘Hoy (por ayer) reforzamos el personal porque pensábamos que esto iba a ser una locura y terminó siendo patético‘, se despachó un empleado de Tymoty.
El comercio, rehén de los pocos hinchas

