Las diferencias están. Existen y reflejan cosas pero Nueva Zelanda, 78 en el ranking mundial, le amargó el presente y le complicó mal el futuro a Italia al empatarle 1-1 en la segunda fecha de la Zona F de Sudáfrica 2010. El actual campeón del mundo no ha podido ganar aún en su campaña en este Mundial y hay señales de preocupación. Ahora, para clasificar a octavos, el próximo jueves tendrá que ganar y bien para pasar. Un desafío demasiado pesado para el conjunto de Lippi que por ahora no mostró señales de vida. Shane Smeltz, a los 6 minutos del primer tiempo, había puesto en ventaja a los neozelandeses, pero Vincenzo Iaquinta, de tiro penal, igualó el partido a los 29 minutos de la misma etapa.
Con este resultado, Paraguay -que le ganó a Eslovenia por 2-0-, quedó como único líder del Grupo F, mientras que Italia y Nueva Zelanda comparten la segunda posición con dos unidades y cierra Eslovenia, con un punto.
Poco y nada había pasado en el encuentro cuando a los 6 minutos, Smeltz sacó provecho de un tiro libre a favor de su equipo, ejecutado por Elliot al centro del área, los defensores italianos se durmieron y el delantero apareció por el segundo palo, sin marcas, para empujar el balón al fondo de la red.
Nervioso, impreciso y carente de ideas, el último campeón mundial buscó de la manera que pudo la igualdad, mientras que los oceánicos se dedicaron a defenderse por momentos con todos sus hombres en su propio campo y a rechazar la pelota hacia adelante.
A los 21 minutos recién llegó la primera acción de peligro para los italianos: Zambrotta avanzó por el sector derecho y remató desde fuera del área, con fuerza y precisión, pero la pelota salió apenas por encima del ángulo derecho.
Casi en una jugada calcada, Montolivo probó con otro disparo desde el mismo sector, el balón se dirigió con fuerza hacia el arco, pero el palo derecho le negó el empate a los "azurros".
Y de tanto intentar, los italianos consiguieron el empate. A los 28 minutos, Smith le cometió una inocente infracción dentro del área a De Rossi, al tomarlo de la camiseta, y el árbitro no dudó en sancionar el penal. Un minuto después, Iaquinta remató al palo izquierdo.
En el entretiempo, el entrenador italiano, Marcelo Lippi, tomó nota de la baja performance de su equipo y decidió realizar dos cambios antes del inicio del complemento: ingresaron el goleador Di Natale por Gilardino y el ítalo-argentino Mauro Camoranesi por Pepe. Paston se arrojó hacia el otro lado, y marcó así el 1-1.
En el final, los angustiosos esfuerzos de los últimos campeones chocaron indefectiblemente contra un muro puesto sobre el arco de Nueva Zelanda: el arquero Mark Paston. A los 43 minutos, el guardavallas refrendó su condición de figura del partido al rechazar con una espectacular volada un remate de Camoranesi.
Y ya no tuvo más tiempo Italia, que cerró con lamentos su segunda presentación en el Mundial de Sudáfrica, sin conseguir todavía triunfos y sin exhibir un nivel futbolístico que alimenten sus esperanzas de repetir el título conseguido hace cuatro años en Alemania 2006.

