El principio. Benedetto estira su pierna izquierda para tocar la pelota y envíarla a la red, conectando un centro rasante que no pudo controlar el arquero mendocino, de Olimpo, Gabbarini. Boca tuvo momentos de buen juego y con eso le alcanzó para superar claramente al equipo bahiense.

Boca Juniors estrenó en la Bombonera su título de campeón con un amplio 3-0 sobre Olimpo, resultado que podría haber sido más holgado vistas las diferencias de jerarquía entre un equipo y otro. Darío Benedetto en dos oportunidades, la segunda de penal y Pablo Pérez le dieron forma al marcador en un partido que mostró pasajes lucidos por parte del ganador, aunque la falta de equivalencias le quitó atractivo. Boca jugó un primer tiempo de muy buen nivel, estableció una superioridad aplastante y la diferencia de dos goles con que se llegó al descanso pudo haber sido más amplia. De mitad de cancha en adelante, el equipo de Guillermo Barros Schelotto tuvo circulación en velocidad, variantes y asociaciones, con Fernando Gago en una de sus mejores versiones, Cristian Pavón incontenible, Pablo Pérez muy participativo, Benedetto sumándose al circuito y el colombiano Edwin Cardona entrando en sintonía a medida que transcurrieron los minutos. Olimpo perdía el balón con rapidez, carecía de contención en el medio del campo y quedaba muy abierto y expuesto en su última línea, otorgando demasiadas facilidades. A los 7 minutos se abrió el marcador, pelota larga de Gago para el pique de Pavón por derecha, centro bajo y puntual llegada de Benedetto para conectar desde cerca y frente al arco. Jugando casi a voluntad, Boca pudo haber llegado al segundo en cuatro ocasiones antes que Pérez lo marcara a los 42 minutos tras excelso pase de Gago, de más de treinta metros, para la aparición de Pavón por derecha, toque atrás que Benedetto dejó correr, para que rematara Pérez, la pelota, tras un desvío en Cristian Nasuti, llegó a la red.

El goleador del torneo pasado inició con un doblete la misión del bicampeonato xeneize.

Olimpo sólo se había aproximado a los 17, cuando Maximiliano Fornari le ganó por izquierda a Paolo Goltz, pero se cerró mucho y su envío lo contuvo Agustín Rossi y volvió a estar cerca a los 44, luego de un tiro libre, pero a Franco Troyansky le quedó incómoda la definición y la posibilidad se perdió. En el segundo tiempo Boca no cedió la iniciativa en ningún momento, aunque se relajó y no forzó la definición en algunas oportunidades propicias que dejó pasar. A los 27 minutos, después de que peinaran Cardona y Benedetto, escapó Pavón por izquierda pero cuando hizo el enganche para definir, llegó Lucas Villarruel a trabarlo. Seis más tarde, Benedetto jugó para la corrida por izquierda de Cristian Espinoza, pero llegó para salvar Cristian Villanueva. El gol que cerró el encuentro ocurrió a los 39, en contraataque, que armaron los colombianos Frank Fabra y Cardona para el pique de Benedetto, el centrodelantero llegó al área, frenó y fue barrido por Villanueva; claro penal que el propio Benedetto remató bajo, con justeza, a palo derecho. Una muy prometedora presentación de Boca, con fútbol bien jugado y una superioridad incontrastable, claro que favorecido por un adversario que no estuvo a la altura de las circunstancias.

Claro dominio local

Boca madrugó

Recién se cumplían siete minutos cuando la sociedad Pavón-Benedetto comenzó a darle réditos a Boca. Un centro rasante del veloz delantero, tras un desborde, fue aprovechado por el centrodelantero para abrir el marcador.
 

Cuestión de jerarquía

Boca superó en todo el campo de juego a su rival. La diferencia de jerarquías fue tremenda. La dupla Pavón-Benedetto, intratable arriba. Y el tándem Gago-Pérez, en el medio campo fue demasiado para Olimpo.

Superioridad total

Boca demolió futbolísticamente a su rival, a su efectividad de ataque le adosó, orden en el fondo, buenos retrocesos de sus volantes externos y un gran equilibrio brindado por William Barrios y Fernando Gago en el medio.