Faltaban 5′ minutos para el final. 25 de Mayo le ganaba 1-0 a Sport Argentino (último campeón de la Copa) Con ese resultado el equipo veinticinqueño pasaba a la final (en la ida igualaron 1-1). La paternidad del Decano sobre los equipos Albardoneros seguía latente como así también el invicto. La gente del Decano sufría, no se animaba a festejar, porque Sport lo tenía acorralando, lo había metido contra su arco. El físico del equipo veinticinqueño no quería más. Y el corazón de Sport iba e iba y no podía plasmar en la red las llegadas. Hasta que llegó el minuto 40, cuando Hugo Aballay por fin le puso tiza a la ofensiva de 25 de Mayo para ahora si aclarar la clasificación y pensar en la final ante Peñarol de Jáchal.

El Decano comenzó presionando. Ganando terreno en cada sector. Sport de vio sorprendido, no podía salir. Pablo Nievas le dio visibilidad al ataque local, que llegaba y le faltaba esa puntada final. El alivio vino a los 20′. Marcos Aballay a pura garra desbordó y asistió a Ruiz, que solo la tuvo que empujar, 1-0. Tan mal estaba Sport que el Decano merodeaba el segundo gol, pero no había precisión en el dueño de casa.

Aunque de la mano de Lerga y Galletti el albardonero fue creciendo. Emparejó las cosas y todo cambió. Edgar Muñoz tuvo un cabezazo claro para igualar, que pasó cerca.

En el segundo tiempo el Decano se limitó a atacar y esperó de contra. A Sport no le quedaba otra que matar o morir. Primero fue Edgar Muñoz que de media vuelta no pudo con las manos de Fernández. Cada rebote, cada pelota dividida era del equipo visitante, que una vez más marró dos cabezazos en el área.

25 de Mayo estaba partido en lo físico, no aguantaba la pelota y en las contras no definía. Marcos Aballay y Franco Ruiz erraron goles increíbles, que podrían haber pagado a precio de dólar. Hasta que sobre la hora apareció Hugo Aballay para terminar con el sufrimiento y aclarar la clasificación de 25 de Mayo.