Las crisis agudizan el ingenio y el buggy es fruto de ello. El Campeonato Argentino de Navegación (Canav) tiene vehículos del tipo UTV en sus categorías, pero el costo de estos todo terreno es muy alto, al igual que su mantenimiento. Y en la búsqueda de un vehículo con prestaciones similares pero más económico nació el Buggy Canav H-1.5, un prototipo netamente sanjuanino que acaba de ver la luz y que pretende fabricarse en serie para conformar una categoría nueva del Argentino de Navegación. Se trata de una creación de Juan Pablo Sisterna y desarrollo de Lino Sisterna, quienes acaban de realizar los primeros ensayos y dijeron que el vehículo superó las expectativas.
Un UTV (Utility Task Vehicle o Vehículos Utilitarios Todo Terreno) con modificaciones para correr ronda los 2,2 millones de pesos. El buggy sanjuanino costará aproximadamente un tercio de ese valor y fundamentalmente, su mantenimiento será mucho menor.
"A principio de año y sin saber lo que iba a pasar con el dólar empecé a pensar en un auto que fuera una opción a los UTV del Canav. Son vehículos caros y suelen romper habitualmente las correas, que a principios de año costaban entre 6 mil o 7 mil pesos, a razón de dos o tres por carrera. Había que hacer algo más económico y así nació la idea del buggy, que tiene una mezcla de UTV", relató Sisterna.
El exnavegante de Dakar y organizador del Canav diseñó un chasis con tubos de cromo molibdeno, que soldó un especialista en Buenos Aires. El motor es de un Honda motor 1.5 i-VTEC con transmisión variable continua, levas al volante y tracción trasera. No tiene embrague, suspensión de nitrógeno y regulable, piezas de fibra de vidrio y su peso es de apenas 600 kilos.
"Buscamos crear un vehículo confiable, con repuestos que puedan comprarse en cualquier comercio. Si bien no es tracción integral como los UTV, su relación de peso-potencia lo hace muy interesante para manejar, muy divertido", señaló Sisterna, quien trabaja junto a su hermano Lisandro, especialista en cuestiones mecánicas y con experiencia y conocimiento adquirido en el Dakar.
El buggy ya tuvo dos ensayos, en las dunas de Caucete y luego en las piedras de El Salado. Y la evaluación fue positiva por el rendimiento mostrado, independientemente de algunos cambios que irán haciendo para mejorar. El objetivo es poder vender el primer auto para poder financiar la construcción de otros, proyectando unos 5 o 6 para la primera fecha del Canav 2019. "El problema es el tiempo de construcción del chasis, porque el armado es relativamente menos complejo. Somos optimistas en que el buggy va a tener buenos resultados en el Argentino", dijo Juan Pablo.
Picante
130 caballos tiene la potencia del buggy made in San Juan, un poco más elevada del motor de fábrica que trae el Honda. Como el peso total del auto es de 600 kilos es que su comportamiento en los ensayos le dieron una aprobación total porque es veloz y potente a la vez.
Del Super Prime, al Canav y la Baja
La idea de fabricar un buggy de bajo costo para competencia no es un proyecto aislado de Juan Pablo Sisterna, exnavegante de rally y Dakar y actual director del Campeonato Argentino de Navegación. Hace unos años organizó carreras de Super Prime, con autos de rally compitiendo en circuitos espejo, que armó incluso en medio de la pista de turf del Jockey Club.
Con los años y tras la experiencia que le dio correr el Dakar junto a su padre Lino, gestó el Canav, que está conformado por autos, motos, quads y UTV; y que incluye navegación y rally raid. El certamen logró ocupar un nicho que estaba vacío tras el furor del Dakar y se mantiene con una competencia anual muy exigente.
En paralelo, Sisterna (quien cuenta con el apoyo y conocimiento de toda su familia) creó la Baja Argentina, inédita en esta parte del continente pues es muy conocida en Norteamérica, con una carrera en Valle Fértil, en julio pasado.