El seleccionado argentino de básquetbol consiguió el objetivo de meterse en los octavos de final del Mundial de Turquía, al superar ayer al de Angola por 91 a 70, por la tercera fecha.
El seleccionado albiceleste no pudo contar nuevamente con el pivote Fabricio Oberto, quien todavía no se encuentra recuperado de la gastroenteritis que también le impidió jugar contra Australia.
La actuación no fue lo convincente que se esperaba ante un rival inferior, que había recibido una paliza con Serbia, ya que en varios pasajes el equipo pareció desordenado, impreciso y con una defensa permeable.
Recién en el último cuarto, cuando se conectó Delfino, Cequeira y Jasen, le dieron al equipo mayor energía en la marca.
A esto se sumó que también volvió a escena Scola (32 puntos), lo que le permitió a Argentina marcar claras diferencias ante un equipo angoleño que estuvo 6m.50s sin anotar.
La "generación dorada" ya se encuentra en octavos, pero todavía no sabe cuál será su rival, que saldrá de Eslovenia, Croacia o con el Brasil del técnico argentino Rubén Magnano, que ayer jugó un gran partido con Estados Unidos y perdió apenas por dos tantos.
El encuentro de ayer era para que Sergio Hernández le diera más minutos a aquellos jugadores que menos tiempo estuvieron en cancha y también practicar distintas variantes tácticas, pero no pudo hacerlo ya que el desarrollo del encuentro provocó que los titulares jugarán mucho tiempo, salvo el base Pablo Prigioni.
Hoy será día de descanso para el plantel argentino, que tiene a algunos jugadores agotados. Mañana lo espera Jordania, un rival accesible, y allí se espera que pueda volver Oberto.
El equipo argentino dio un primer paso clave con un balance que deja algunas dudas, ya que todavía no mostró todo lo que es capaz de dar.

